Dicen que el sexo en las Olimpiadas es tan abundante como la comida y los atletas.

Por años hemos escuchado que los condones llueven y que es uso y costumbre que haya encuentros íntimos entre los participantes de este magno evento que se da cada cuatro años.

Ahora digo yo: ¿cuál es el problema?

¡POR DIOS!  Si esos pobres muchachos están ahí, a dieta, en entrenamiento, bajo un estrés caótico y lejos de sus familias, ¿qué de malo tiene que se desahoguen con un poco de sexo furtivo y sin compromiso?

Digo, no me malentiendan porque no promuevo el sexo a lo loco, pero evidentemente no están siendo irresponsables. Si no me creen nada más refresquen sus memorias cuando en los Centroamericanos Mayagüez 2010 sacaron de una tubería tapada una bola de condones.

El sexo es bueno por mil y una razones, entre ellas liberar el estrés o bajar los niveles de tensión y a estos atletas eso les sobra.

Así que a todos les digo: Compitan, den lo mejor de ustedes, protéjanse y tengan sexo, que no deja de ser un ejercicio más.

Sígueme en Twitter @janizabeth