Dicen que uno sabe donde nace pero no donde muere. Esa es la verdad de Harold Rosario, un gran amigo que luchó toda su vida por su pueblo de Luquillo y murió en Ponce, donde pasó los últimos meses de su vida trabajando.

Cuando Arcángel comenzó, su mamá Carmen se lo encomendó y Harold se convirtió en la sombra de Austin, nombre de pila del cantante.

De ser un niño un poco tímido, Harold lo convirtió en un fenómeno, y en menos de seis meses ya Arcángel hasta embromaba con los periodistas. Nos permitía estar en las grabaciones y aprendió con Harold que noticia nueva es buena y a no repetir las cosas, pues de inmediato le decía: “Eso es noticia vieja”.

Los artistas que ayudó son muchos pero las últimas llamadas que recibí de él fue sobre Arcángel. Me llamó muy angustiado diciendo que el cantante estaba bien malo, que le habían encontrado algo en el cerebro, y pedía oraciones por él.

Ya yo había salido del aire en La X, pero llamé a Deddie y Red y fui al aire pidiendo oraciones por Arcángel. Dos días después me llamó que todo estaba bajo control y que el intérprete urbano podía seguir con su vida normal, cuidándose mucho.

¿Quién nos iba a decir que ese reclamo de oración por Arcángel ahora lo tenemos en el corazón los amigos de la vida? Donde él estaba no había tristeza, y si alguien se enojaba decía: ‘dale dos días... y lo verás regresar’. Tuvimos batallas fuertes en los programas de televisión que compartimos, pero él no se quedaba enojado y te buscaba la vuelta.

Con Enrique Iglesias fue un gran relacionista y ni se diga de Manny Manuel, en sus tiempos difíciles no hace mucho.

Su trabajo con políticos fue desde proyectarse públicamente, cambiarles la imagen y a algunos enseñarles a hablar… Así era de polifacético.

Luego de la muerte de su hermano se convirtió en padre de sus sobrinos y cuando murió su padre se convirtió en la gran fortaleza de su madre. Hoy no está… se nos fue Harold muy temprano… y no lo esperábamos.

Los restos de Rosario estarán hoy en Luquillo y mañana, de 9:00 a.m. a 1:00 p.m., en el Colegio Universitario de San Juan.

Descansa en paz gran amigo.

Con mucha energía

Bueno, Wilkins regresó de Argentina donde pasó las fiestas de Navidad y llegó con más bríos que nunca, regalando mascarillas con el nombre de su disco, hasta dulces argentinos. Me comentó que sigue muy bien de las dolencias, los tornillos y la varilla que le implantaron en su cuerpo. Si me dejo llevar por la forma que bailó con el Dance Machine de Sophy Sanfiorenzo. uno no puede creer que de verdad le implantaron todo eso.

Con Wilkins me enteré que no solo tiene un dúo con Toño Rosario con el tema El tornillito, sino que “el Cuco” también grabó la semana pasada con Johnny Ventura. O sea, siguen los duetos de música tropical. De hecho, no dude que en los próximos días podría estar junto a Juan Luis Guerra si se cocina el acuerdo.