Desde una etapa bien temprana en mi niñez, siempre me llamó la atención cómo la palabra dinero podría tener distintos nombres o términos.

En Puerto Rico utilizamos el dólar como moneda, pero de manera generalizada le decimos peso. Usted escucha en cualquier esquina, “dame un peso”, “necesito 20 pesos”, etcétera.

De igual forma, utilizamos otros términos en nuestro lenguaje coloquial. “¡Estoy buscando juaniqueques porque estoy pelao! También se usa el término “torta” o “chaúcha”.

Escuchando la conferencia que ofreciera el aspirante a la gobernación por el Partido Popular Democrático, Jesús Manuel Ortiz, el término saltó a mi mente. Jesús presentaba su equipo de campaña de cara a su primaria de junio. Lo hacía con “rimbombancia” y sin lugar a dudas, como parte de un “show of force”.

El equipo está montado con miras a noviembre. Sacó la caballería a pasear. Quiso establecer que es el dueño y señor de la maquinaria. Claro, es el presidente del partido, lo que le otorga ventaja.

Jesús Manuel sabe que el PPD tiene muchos problemas. El principal, sin lugar a dudas, es el económico. El Partido Popular Democrático ha confrontado problemas durante todo el cuatrienio para levantar fondos y el “gran logro” de Jesús Manuel fue haber levantado unos $30 mil dólares para su colectividad en el mes de diciembre.

La cifra palidece al lado de lo que levantó en el mismo mes Jenniffer González, y ni hablar de Pedro Pierluisi. Además, reclama que desde que llegó ha logrado que las “arcas” populares tengan poco más de $150 mil dólares. Con ese dinero se hace difícil cumplir con los compromisos mensuales de esa estructura. ¡Imagínese todo lo que conlleva una campaña!

Jesús Manuel está pelao. El PPD está peleao. Esto es serio, porque no hablamos de un partido emergente. No hablamos de un partido de algunas décadas. Hablamos del partido más antiguo de nuestra historia y que actualmente comparte el poder, aunque de manera limitada.

La poca o ninguna entrada de “chaúcha” al PPD delata algo serio. La casa de apuestas no los ve como favoritos o lo que es peor, no le ven oportunidades. Mientras las cifras son tímidas en el PPD, al otro lado el dinero corre. Entre Jenniffer González y Pedro Pierluisi, el capital acumulado supera los $5.5 millones.

El PPD apuesta a que esa primaria será sangrienta. Hasta ahora, no lo ha sido. Pedro y Jenniffer llevan los primeros tres rounds de su primaria dando vueltas y vueltas en el cuadrilátero. Se han quedado en su zona de “confort”, citando “aburridas” conferencias de prensa. Eso deberá cambiar a medida que se acerque la primaria.

La percepción general es que el que gane esa primaria, ganará la elección. Esto es un reto para el trío de recolectores designados por Jesús Manuel. Ellos no pueden hacer magia. Necesitan que su candidato se posicione como “un caballo con opciones de triunfo”. La primaria es un escollo.

El PPD está en una primaria no deseada. Todos apostaban a que Juan Zaragoza no materializaría su candidatura y que, tal vez, regresaría al Senado. Ello no ocurrió. Don Juan tampoco necesita levantar grandes cantidades de dinero, pues dicen que su bolsillo es saludable.

Así que el PPD tendrá que buscar la “chaúcha” que no tiene para motivar a los populares a salir a votar. Tienen el reto de mover a más de 150 mil electores y demostrar algo de fuerza. Aunque no quieran, se les va a comparar con la asistencia en la primaria novoprogresista.

Por más que intenten decir que allá está en competencia un gobernador y una comisionada residente, será ineludible enfrentar la comparación.

Mientras tanto, existen los “inversionistas” políticos. Esos que donan para luego ver su dinero crecer. Estos no tienen lealtades. Pueden ser estadistas, estadolibristas o soberanistas. Su creencia no les importa, pues su color favorito es el verde de la “chaúcha”.

Y esa “chaúcha”, amigo lector, no está llegando al partido rojo. Veremos si ese viento cambia en los próximos meses o si la tendencia se mantiene.