Los inicios del año invitan a atender todo aquello que hemos dejado en pausa o necesita de nuestra atención como: organización de las finanzas, cuidado de la salud, proyectos, saldar deudas morales, sanar asuntos del alma, la mente, atender mejor al cuerpo o enfocarnos en hacer acciones compasivas, como lo es el servicio.

Servir sin codependencia, porque lo contrario no es saludable para nadie. La codependencia, entre otras cosas, permite que creamos que la felicidad o la no felicidad del otro, está en nuestras manos. A veces nos hace sufrir que no recibimos lo que esperamos de vuelta como un “gracias” o cuando sentimos que damos y damos y damos y no recibimos nada.

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Servir desde el amor, es otra experiencia. El amor, por ser libre inherentemente, a veces nos lleva a actuar en aparente egoísmo cuando en realidad nos estamos amando a nosotros mismos, todo comienza en uno, además ¿cómo podemos amar a los demás si no hay amor propio? Entonces, servir desde la libertad del amor no trae consigo la codependencia. Es decir, la reacción de los demás no está en nuestras manos, ni nuestro control y tampoco somos responsables de sus vacíos o necesidades. Somos responsables de los de nosotros mismos. Si se nos da la oportunidad de servir, sirvamos en plenitud y en libertad de dar, sin atadura alguna.

En general, sucede que cuando la vida nos aprieta, nos distraemos de ser como la divinidad nos ve. Nos distraemos de crear acciones que son los pilares y tienen mérito por cultivar nuestra calidad humana, siempre comenzando por uno mismo. Precisamente el servicio nos mueve inmediatamente a alejarnos de nuestras propias quejas o descontentos. Ayudar a otros cuando se nos abre la puerta para hacerlo, con intención genuina, sin esperar nada a cambio. En ocasiones erramos en pensar que el beneficiado es únicamente a quien se le presta la ayuda, al estar unidos por la misma energía, los beneficios son para todos.

¿Conocemos los beneficios de servir? Al ayudar a otros nos estamos ayudando a nosotros mismos. Un estudio norteamericano acaba de observar que las personas que ofrecen ayuda, prestan atención a otros o dan algo a los demás, encuentran más beneficios para su salud que las que la reciben. El aislamiento social y el estrés aumentan la mortalidad, la investigación muestra que la asistencia tangible hacia los demás “protege la salud y alarga la vida”. El hallazgo obtenido demuestra que la persona que ofrece algo a otra debilita “los efectos negativos del estrés” hasta eliminarlos.

Comencemos el año con intención de servir, amorosamente, sin expectativas, de esta manera podemos ayudarnos a nosotros mientras creamos un mejor entorno para existir. También podemos servir con pensamientos, elegir qué pensamos y qué deseamos para los demás es un ejercicio fructuoso que además proporciona paz interior.

5 beneficios que surgen de ayudar y ayudarnos:

  1. Conexión que se establece con las personas
  2. Aumenta el sentido de pertenencia
  3. Aprendizaje que se puede obtener de personas de otros entornos
  4. Genera humildad
  5. La experiencia ganada puede aplicarse en situaciones posteriores
  6. Aumenta la autoestima saludable
  7. Fortalece relaciones
  8. Desarrolla una actitud positiva
  9. Nos hace consciente del mundo alrededor