LESTER JIMÉNEZ

Para Suroeste

HUBO RISAS, lágrimas y muchas anécdotas. Era la celebración de la vida de un gran deportista y puertorriqueño. En fin, de un pelotero especial. 

El museo Francisco “Pancho” Coímbre de Ponce recibió el pasado fin de semana a un grupo de amigos del deporte que, convocados por el historiador Jossie Alvarado, acudieron a la presentación de su libro “Roberto Alomar, un pelotero especial”. Pero la velada se transformó en lo inevitable: una tertulia de recuerdos y vivencias de aquellas personas que vieron crecer al hijo menor de don Santos Alomar y de María “Ñañi” Velázquez, y a quien el destino le tenía guardado un espacio privilegiado en la inmortalidad. 

“Cuando me preguntan por qué Roberto Alomar es un pelotero especial, yo quisiera hablarles de estadísticas, pero cuando veo lo que hizo Ñañi, Santos, su hermana (María) su maestro (Doel Bonilla), Epi Guerrero (escucha) y los testimonios de sus hermanos, tengo que guardar las estadísticas de Roberto, porque todo eso se queda pequeño ante el gran esfuerzo que hizo esta familia porque Roberto alcanzara el sueño de jugar, al menos, un juego en las Grandes Ligas. Por eso este libro está dedicado a todos los padres que apoyan los sueños de sus hijos”, dijo Alvarado al hablar de su más reciente escrito.

El encuentro se centró, mayormente en las vivencias de Alomar en su niñez, sus primeros pasos en el béisbol allá en el barrio Peñuelas de Santa Isabel y de las experiencias que cada uno vivió con ese pequeñín que, desde entonces, ya tenía la grandeza en su guante y su madero.

La presentación del libro estuvo a cargo del editor y columnista de El Nuevo Día, Benjamín Torres Gotay, quien es primo de Alvarado y jugó en sus años de infancia con Alomar.

“El libro de Jossie es un tesoro en esas historias de la niñez de Roberto. En esas vivencias que formaron su carácter, lo hicieron lo que fue y admiramos. Incluye entrevistas con todas las personas más importantes de Alomar durante su niñez y adolescencia, que revelan primero a un niño, después a un adolescente y finalmente a un hombre que se fijó la meta de ser el mejor jugador de béisbol posible y que lo logró gracias a un propósito de determinación como pocos podíamos haber visto”, expresó Torres Gotay.

“A través de este libro vemos que Roberto Alomar era un niño como cualquier otro, que tenía los mismos sueños que todos los demás; que necesitó y tuvo el apoyo de su familia para alcanzar el sueño de jugar pelota de Grandes Ligas”, agregó.

Las emociones afloraron cuando Lugo recordó los sacrificios que tuvo que hacer la mamá de Alomar, María Velázquez para criar a los Roberto, Sandy y a su hermana Sandia y apoyarlos el sueño de los dos hermanos de ser peloteros mientras su papá jugaba la mayor parte del año en las Grandes Ligas. 

“Este libro es el mejor libro de deportes que se ha escrito en la historia de Puerto Rico. No tengo la menor duda. Es un análisis exhaustivo, una investigación minuciosa y, además, le hace justicia a quien tiene que hacerle justicia por el desarrollo de Robertito. Especialmente a Ñañi…”, comentó con voz entrecortada. 

“Lo que escribe Jossie de doña María Velázquez es la realidad. Solo una persona como ella que conoce el amor y el sacrificio de una madre por todos sus hijos y solamente alguien como Jossie Alvarado pudo escribir eso”, apuntó.

El libro “Roberto Alomar, un pelotero especial” ya está disponible en la librería El Candil de Ponce y también en el portal www.jossiealvarado.com.