En un costado del edificio de la Asociación de Empleados del Estado Libre Asociado en la Playa Santa de Guánica, hay un establecimiento que ha cautivado a los visitantes del complejo turístico de ese municipio.

Se trata de Mojito Beach Bar, un proyecto comercial de jóvenes puertorriqueños comandados por Eric Bones, un empresario de la nueva era que se ajusta a los retos del momento y está dispuesto a crear desde la crisis.

“La idea surgió de una oportunidad que me dio el municipio de Guánica de establecerme en un lugar que estaba abandonado que nunca se había usado como local comercial, y le llevé la idea de establecer un tipo de quiosquito, chinchorito de venta de mojitos, y caderas y otras cositas en Playa Santa, y obviamente el municipio estuvo de acuerdo”, relató Bones, de 35 años.

Entre los empleados hay estudiantes y madre solteras, de 25 a 26 años, que laboran de jueves a domingo, desde el mediodía a la medianoche.

“Luego de eso fue cambiando el concepto porque iba a ser mojitos solamente, incluimos la picadera y abrimos en las noches, y esto ha sido otro cuento”, relató Bones, quien lleva apenas 7 meses en Playa Santa.

Bones emplea a otras seis personas, entre meseros, bartenders y cocinero, que no solo están en el quiosco sino que salen del local a ofrecer su producto a los visitantes de la famosa playa.

Y es que los meseros utilizan una cápsula presurada en sus espaldas en las que se coloca el líquido que sirve para servir los mojitos, a los visitantes en la misma playa.

Los clientes pueden comprar sus mojitos desde sus sillas en la playa, o sentados en la arena, al punto de que en poco tiempo han logrado un impacto notable, ya que los visitantes no tienen que moverse de su lugar.

“La acogida es excelente, estoy en un lugar que necesitaba ese ambiente, por la noche esto estaba muerto, había drogas, y lo que he hecho es adoptar el espacio y lo que he hecho es trasformar un espacio que a los visitantes no le gustaba ver en un local agradable y ameno”, explicó Bones.

Lo asistentes a Mojito Beach Bar, disfrutan además de las agrupaciones de rock que se presentan en el local, mientras degustan de las tapas y toman el mojito para refrescarse en la playa, explicó Bones.