Álex Medina trabajó dos años para una firma de contables y varios meses para una fábrica de lentes intraoculares.

Pero sabía que su trabajo no estaba detrás de un escritorio o una máquina de producción en masa, sino al frente de un pequeño trapiche de caña, con su propio negocio y en constante contacto con la gente. 

Por eso, dejó la profesión para la que había estudiado en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Aguadilla y montó su negocio: una guagua que se especializa en la venta de guarapo de caña, jugos y frappés naturales.

Así nació La Guarapera, un negocio rodante que ubica en la carretera PR-115 en Aguada, justo frente a la entrada del pulguero y al lado de la carretera que da acceso a la antigua central Coloso. 

Con 28 años, Medina siente que finalmente encontró su vocación como vendedor y a pesar de que para su futuro tiene planes mayores, quiere mantener la esencia de su negocio: una guagüita que venda el mejor guarapo de caña de todo Puerto Rico.

“Como contable hacía lo que tenía que hacer. Aquí hago lo que me gusta hacer”, aseguró.

Fue en septiembre de 2014 que su vida cambió por completo. Tras un recorte de personal, quedó fuera de la firma de contables y comenzó a trabajar en la fábrica Abbott. 

“Empezaba a las 4:00 de la mañana y mi trabajo era identificar los lentes que estaban defectuosos y descartarlos. El horario no era lo peor, era que estaba completamente solo y quieto frente a una mesa. Yo soy demasiado activo. Me gusta el contacto con la gente”, recordó. 

Mientras laboraba en la fábrica, comenzó a vender guarapo de caña y jugo de china los días en que se celebraba el pulguero.

“Un día me dio depresión y le dije a mi jefe que no podía seguir trabajando allí y así decidí meterle mano ‘full time’ a la guagua hasta hoy”, manifestó el joven empresario, quien hace poco más de un año estacionó la guagua donde se encuentra ubicado actualmente y de allí no se ha movido.

En su acogedor establecimiento se ofrece el tradicional guarapo de caña que exprime allí mismo, además de todo tipo de jugo de frutas, cocos fríos, maví y los ya famosos frappés, confeccionados con productos naturales. También cuenta con dulces típicos y frituras acabados de preparar, entre otros.

“Lo más que se pide es el guarapo de caña y lo que se conoce como el frozen de coco y limón”, comentó.

Pero la mayor atracción del negocio es el menú de frappés con los nombres de los pueblos de la zona oeste. El Rincoeño es de los más solicitados y se prepara con limón, jengibre, guarapo de caña y un poco de menta. La cantidad de cada ingrediente es la clave secreta, dijo.

Así también se vende el Añasqueño (tamarindo y parcha), el Aguadillano (papaya y limón), el mocano (china, guineo y fresa), el Lajeño (mangó, guineo y, por supuesto, piña), entre muchos otros.

Los precios también son amigables. Un vaso de guarapo fresco de 16 onzas cuesta $2. Un frappé de frutas frescas, $3.50 y también puedes llevarte medio galón de guarapo por $6 o de agua de coco fresca por $5.

En poco tiempo se ha ganado una buena reputación, al punto de que durante los fines de semana lo visitan personas de toda la Isla a probar sus creaciones.

“Lo más que me gusta es la gente. Que me pidan algo, yo lo mezcle y al final me digan: ‘¡Sabe monstruoso!’, manifestó con satisfacción.

La Guarapera abre seis días a la semana: lunes, miércoles, jueves y viernes de 10:30 a.m. a 6:30 p.m. Los sábados está abierto hasta las 10:00 p.m. y los domingos hasta las 7:30 p.m. 

“Mi plan es poder ampliar el negocio”, adelantó. Para más información, puede seguir a La Guarapera en Facebook (www.facebook.com/LaGuaraperaAguada) o Instagram (LaGuarapera12). También puede llamar  787-260-7133.