A la orilla de la playa de Guayanilla hay un local que se asemeja a los establecimientos de famosos Tiki Bar de Honolulu, situados en la zona costera con vista al mar y sabores variados. 

La única diferencia es que, aunque los platos tienen origen hawaiano su sabor es totalmente criollo.

 Y como si fuera poco sirven las famosas empanadillas de 12 pulgadas más variadas y rellenas del paladar borincano.

Se trata de Upa Upa Tikibar, situado en la Playa Guayanilla, en un local rústico sin paredes, solo el viento y la playa, en el que las mesas y sillas del espacio bajo techo están construidas de barriles de melaza, mientras las que ubican al aire libre son de madera y cuentan con una sombrilla para protección del sol.

Su propietario es el ingeniero Edwin Caraballo Irizarry, quien nunca ha ejercido su profesión pero que desde muy joven decidió ser empresario. 

“El concepto es un Tiki Bar, en el que no existen paredes, parecido a los que hay en Hawái, Indonesia, Florida y Miami. Tiki Tiki significa fiestero, persona que está siempre en alegría y también significa acordeón”, explicó Caraballo Irizarry.

“La idea fue crear un producto que fuera del agrado de los clientes, con gran tamaño, sabor y variedad”, explicó Caraballo Irizarry.

La empanadilla se hace en una plantilla que él mismo creó y se hace en Cabo Rojo con una harina especial que le da consistencia y no se desborona. 

El joven empresario de 43 años, contó que al quedar desempleado hace unos seis años decidió tener su propio restaurante.

En ese proceso de reinventar colocó un furgón que sirve de cocina, para posteriormente darle forma al edificio con vista a la costa de Guayanilla.