EL ENORME muro que descansaba olvidado en la carretera PR-115, específicamente en la zona conocida como las curvas de Añasco a Rincón, ya no será más una oscura pared de cemento llena de matojos y sucio. 

De ahora en adelante, y gracias al trabajo del colectivo Ciudad Museo, hoy expondrá permanentemente un arte dedicado a la vida marina que abunda en la zona. 

Ese es el último trabajo de este proyecto comunitario sin fines de lucro comandado por jóvenes universitarios y de escuela superior que busca rescatar los espacios muertos o abandonados y rehabilitarlos a través del arte urbano, especialmente el muralismo.

Según contaron dos de sus líderes, Cristopher Pellot y Gabriela Ríos, la idea nació en el 2015, cuando cursaban estudios en undécimo grado.

“Un día estábamos sentados en la plaza y pensamos que se vería bonito un mural en una de las paredes. Y de momento nos preguntamos, ¿por qué no lo hacemos nosotros?”, contó Gabriela Ríos, líder comunitaria y una de las fundadoras del proyecto. 

“Quisimos traer esta práctica a esta zona porque la mayor parte del arte urbano se concentra en Santurce y Ponce, pero en el Oeste no había esta costumbre”, contó por su parte, Christopher Pellot, uno de los líderes de la agrupación.

Actualmente, Ciudad Museo lo componen cerca de 15 voluntarios de distintos pueblos de la zona oeste. La mayoría ni siquiera estudia arte, pero tienen el talento y el deseo de hacer la diferencia. Además, cuentan con el apoyo del municipio de Añasco y de varios comercios privados que les ayudan con la compra de materiales para cada obra. Ninguno de ellos cobra por el trabajo.

Ciudad Museo ya ha completado una decena de obras, la mayoría ubicados entre Mayagüez y Añasco. 

“Tenemos uno en la carretera PR-2 sobre el ahogamiento del soldado español Diego Salcedo; en el pueblo tenemos uno de la bandera de Añasco y también uno de Mariana Bracetti, que recientemente estrenamos”, contó Ríos, de 19 años y estudiante de Diseño Gráfico Digital en Atlantic University. 

“Hemos recibido mucho apoyo del público en general y solicitudes de jóvenes que quieren ser voluntarios. El arte es una excelente manera de que la gente haga algo productivo y atraer al pueblo”, agregó.

El mural entre Añasco a Rincón, que mide alrededor de 27 pies de alto y más de 100 pies de largo, muestra una enorme tortuga marina acompañada por corales y el logo de la agrupación. Para completarlo han trabajado cerca de una semana, interrumpidos por momentos por el clima.

“Esta obra está basada en lo que es un ecosistema marino. Quisimos hacer este concepto, ya que la mayoría de los murales que hacemos son de temática cultural o concienciación ambiental. Al estar más cerca del área costera, queríamos hacerle tributo a esa zona”, contó Pellot, quien estudia Comunicaciones en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Arecibo.

El colectivo culminará sus obras pendientes en agosto y de inmediato comenzarán a trabajar en el diseño e identificación de los próximos proyectos muralistas para diciembre. 

Las personas que estén interesados en unirse como voluntarios o auspiciar el trabajo que realizan en Ciudad Museo pueden comunicarse por correo electrónico ciudadmuseopr@gmail.com, conectarse a su página en Facebook: Ciudad Museo PR o llamar al 787 224 4196 o al 787 951 4212.