ELLAS SON tímidas, hasta les cuesta continuar una conversación sin reírse a carcajadas. 

La mirada de complicidad caracteriza a estas hermanas que desde pequeñas, demuestran un talento innato al dibujar figuras humanas. Así son Yaritza y Nashalie Rivera Rivera, unas artistas emergentes criadas en las parcelas Vázquez de Salinas, que sin tener estudios formales en Bellas Artes desafiaron sus capacidades para crear un estilo distinto.

“Es un don que Dios nos dio, porque nadie nos enseñó. Desde chiquitas siempre dibujábamos pero fue mi madrina Yolanda González la que nos motivó, dándonos pinturas, pero yo a ella (Nashalie) no le enseñé, ella aprendió mirando lo que yo hacía”, destacó Yaritza, de 20 años de edad.

“Me gusta mucho dibujar personas a lápiz, antes pintaba con colores pero como no tengo dinero para comprar los colores que verdaderamente necesito, pues me enfoqué en retarme a mi misma cada vez que dibujaba algún rostro. Antes me gustaba dibujar los personajes de videojuegos como Mario, y luego los personajes de las novelas coreanas que daban en la televisión”, confesó la muchacha de cabello negro.

Así Yaritza fue perfeccionando un don que sorprende a quienes aprecian su obra, aunque las oportunidades para enseñar sus trabajos han sido limitadas. 

“Yo nunca tuve un celular hasta mis 18 años de edad, así que lo que aprendí fue por mi misma y no por Internet como muchos jóvenes ahora. Cuando estuve en la escuela mis compañeros se quedaban mirando lo que hacía y los maestros siempre me decían que debía estudiar esto”, señaló la tercera de cuatro hermanos, producto del matrimonio de Ismael y Enid.

Pero su humilde procedencia la hizo desistir de estudiar una carrera universitaria en Arte, ante la falta de dinero y transportación. Fue entonces que decidió matricularse en el programa de Farmacia en la Universidad Interamericana de Guayama, con el propósito de que al graduarse pueda conseguir los recursos y entonces lograr su sueño profesional.

“Antes yo quería estudiar eso (Arte), pero realmente no tengo carro, ni empleo, hasta que no me haga de mi carrera en Farmacia no puedo ir a estudiar lo que quiero”, resaltó Yaritza.

 Nashalie, también demuestra su talento en el retrato a lápiz, a juzgar por la calidad de su obra con tan solo 16 años. 

Esta joven esbelta de cabellos rizados pronto iniciará el undécimo grado en la escuela Carlos Colón Burgos.

“Me gustaba dibujar cantantes coreanos, personas, porque me divierte. Pero no estoy acostumbrada a que me vean dibujando, es algo que hago en casa”, sostuvo la menor de la familia Rivera Rivera.

Recientemente, estas jóvenes participaron de un evento de dibujantes y caricaturistas en el Albergue Olímpico de Salinas, donde causaron sensación en los presentes al delinear el rostro de campeona tenimesista Adriana Díaz y otros atletas.

“Nunca había tenido una experiencia así. Me sentí un poquito nerviosa”, resaltó Nashalie, quien en un futuro cercano planifica estudiar Asistente Dental.

Entretanto, las hermanas Rivera contemplan el paisaje natural que rodea su hogar, mientras sueñan con colorear el rostro de otros jóvenes que como ellas, ven limitadas sus posibilidades en un país que corre de prisa.