Viajar con la memoria colgada del pecho es algo que pocos pueden decir, y mucho menos el recuerdo de un nacimiento, un momento o una chispa de vida. Eso es precisamente lo que posibilita María Angélica Santos, una doula de Vega Baja que con sus manos crea joyas con leche materna, cenizas, y cabello de bebé, entre otros.

Lleva dos años complaciendo a madres de diversos lugares de Puerto Rico y el exterior, tanto que ha pensado contratar ayudantes, ante la demanda, incluso de madres de España.

Y es que tener el recuerdo de un ser adorado es algo que emociona, al punto de querer, incluso, una nueva oportunidad de volver a tener ese bebé que se añora.

“Yo soy de la playa de Vega Baja, estudié Terapeuta del Habla, y mi necesidad de buscar algo más porque las corporaciones no pagan bien al igual que el Departamento de Educación, por la crisis y toda la cosa, pues me hago mamá a los 25, con una niña, y empiezo a lactar, la niña tiene ahora 6 años, y quedé embarazada del niño, que ahora tiene 3 años, y los lacto por 9 meses”, relató la artesana madre de dos niños y otro por venir.

Santos explicó que ante la situación inestable en el Departamento de Educación, y la alta responsabilidad de ofrecer servicios de terapia del habla a más de 75 niños a la semana bajo unas condiciones desventajosas, decidió quedarse en su casa cuidando de los suyos, hasta que un día encontró una hoja de ruta.

“Surgió esta necesidad como de quedarme con ellos en la casa y buscarme un ingreso adicional, y encuentro a estas mujeres que están en Estados Unidos y Australia, que hacen este tipo de prenda pero en ningún lugar está escrita la fórmula, y en 2015 empiezo a buscar por tanteo y error, hasta que septiembre encuentro la fórmula, y comienzo a hacer las prendas de leche materna, incorporé el cabello del bebé, incorporé el ombliguito del bebé, y fui especializando en la medida que las mamás me lo iban pidiendo, placenta, y cenizas de muchos bebés que han muerto de personas que quieren recordar sus seres queridos”, explicó.

En ese momento, descubrió que podía crear y hacer felices a miles de madres, que como ella, saben que sus hijos van a crecer y desean quedarse con un recuerdo de su nacimiento, o como otras, que al perder sus retoños, desean conservar un pedazo de recuerdo.

“Pero lo que más me llegan es elementos de mamás que han perdido su bebé y lo quieren hacer con su leche o lo quieren hacer con su pelo o algo de su bebé, me han enviado hasta dientes para hacer y vamos para dos años ahora en septiembre”, manifestó Santos.

Aunque no ejerce actualmente como Doula, y le llena ayudar a otras mujeres, Santos no vaciló en hacer de su hogar un centro de artesanía de la memoria.

"Estoy inscrita en la red Mundial de Doulas pero desde septiembre no ejerzo porque estoy en mi semana 39 de gestación. Yo soy de las que dicen siempre que: ‘mis niños primero’”, indicó.

Para Santos, ser madre es un privilegio que se recibe con humildad y se lleva con intensidad, porque la responsabilidad es alta, y la posibilidad de alcanzar el cielo mediante la crianza responsable y la de poder perpetuar la memoria de un nacimiento a través de sus artesanías, es algo que le da más fuerzas para seguir adelante.

El proceso de confección de las joyas es muy interesante, ya que además de desarrollar la leche materna para ser moldeada en forma de corazón o esfera, tiene presente que se trata de algo único y especial para cada madre.

Santos mercadea sus productos a través de la página memoriasdevidapr, de la plataforma social Facebook, a un precio menor que otras partes del mundo, incluso de hasta un 40% menos. También se puede conseguir a través del número de teléfono, 787-517-3695.

(LUIS.ALCALADELOLMO@GFRMEDIA.COM)

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