Cabo Rojo se unió a otros 21 municipios de la Isla que prohibió el uso del tabaco en las inmediaciones de edificios públicos.

Según el alcalde Roberto ‘Bobby’ Ramírez Kurtz, mediante la aprobación de la Ordenanza Municipal 22 se buscan proteger a sus poblaciones contra las complicaciones de salud causadas por el humo de cigarrillo y mejorar la calidad de vida.

“El Departamento de Salud envió una carta de felicitación por aprobar la ordenanza”, expresó complacido el ejecutivo municipal. La carta fue recibida la semana pasada, días después de aprobada. Ramírez Kurtz dijo que desconocía acerca de la prohibición adoptada por otros municipios.

El ejecutivo municipal señaló que aunque la Ley 40 de 1993 prohíbe fumar dentro de los edificios públicos, no así en los alrededores, por lo que decidió dar un paso más adelante en busca de ser responsable con la población, particularmente con los menores y las personas que no fuman, ya que los químicos que se liberan al encender el cigarrillo y en el humo son cancerígenos.

“Cada vez que alguien fuma se liberan al aire venenos que producen efectos dañinos, no tan sólo a los fumadores, sino a cualquier persona a su alrededor. Este hábito está relacionado a 29 enfermedades crónicas tales como cáncer en la vesícula, cervical, estómago, riñones, laringe, pulmones, oral, páncreas, leucemia; enfermedades cardiovasculares y obstrucción crónica pulmonar, entre otras, según el más reciente informe del Cirujano General de los Estados Unidos sobre ‘Las Consecuencias en la Salud por la Exposición Involuntaria al Humo de Tabaco’, sentenció el funcionario.

Ramírez Kurtz dijo que nunca ha fumado, aunque sus hijos sí. Reconoció que es una decisión individual y muy personal, pero aclaró que no debe afectar a otras personas por el humo de segundo mano, cuya toxicidad está comprobada.

Ya comenzó la fase de orientación a residentes y a visitantes, que se extenderá por 90 días. Se colocarán rótulos que lean Prohibido Fumar en los lugares que marcan los 20 pies de distancia de los edificios públicos, que es donde aplica la ordenanza.

Así mismo, en los rótulos se indicará la multa aplicable a los infractores de la Ordenanza. La falta administrativa sujeta multa será de $250 por la primera infracción, de $500 por la segunda y $2,000 cada una de las subsiguientes, a ser expedidas por la Policía Municipal y Estatal.

Las multas deben ser pagadas en la Casa Alcaldía y el dinero “será utilizado para servicios de salud y ayuda al Centro de Actividades Diarias para la Edad Dorada”, explicó Ramírez Kurtz.

La prohibición aplica a todos los productos derivados del tabaco, como cigarrillos y cigarros, y a los cigarrillos electrónicos.

“La Ordenanza prohíbe, además, fumar en un perímetro no menor de 20 pies de todo edificio privado dedicado a la práctica comercial y a todo edificio público, estructura, instalación, o área perteneciente al Gobierno Municipal donde se brinden servicios o se lleven a cabo procesos o actividades de nuestra administración”, informó Ramírez Kurtz.

El perímetro de 20 pies comienza en las entradas y salidas de todos los planteles de enseñanza, edificios públicos, centros de servicios de salud, centro de cuidado de niños, centros o instalaciones de salud mental y centros o instalaciones de cuido de ancianos. Y releva de la misma a las residencias privadas que no se dediquen a efectuar ninguna práctica comercial pero que se encuentren dentro del perímetro ya determinado.

Y, ¿qué dice la ciudadanía?

Suroeste realizó un recorrido por calles aledañas a la Casa Alcaldía y a la Plaza Ramón Emeterio Betances, donde varias personas expresaron su sentir sobre la ordenanza municipal. Unos a favor y otros opuestos.

El alcalde sostuvo que ya comenzó la fase de orientación a residentes y a visitantes, que se extenderá por 90 días.  (Para Suroeste / Gerardo Castillo)

"Está bien buena. No debe ni existir el cigarrillo”, Matilde Martínez Vega (Para Suroeste / Gerardo Castillo)

“No soy fumador, pero la calle es otra cosa. Está mal, porque el alcalde ha prohibido hasta echarle maíz a las palomas. Dentro de los negocios no deben fumar, pero en la calle, ya es otra cosa”, Edwin Pabón (Para Suroeste / Gerardo Castillo)

“Alrededor del pueblo no se puede fumar”, José Túa 

(Para Suroeste / Gerardo Castillo)

“Está bien porque hay nenes que son asmáticos y eso le afecta a la gente. Yo fumo lejos (de los niños)", Norberto Cancel Acosta  (Para Suroeste / Gerardo Castillo)

“Robar es lo malo. Está demasiado”, Luis Ángel Toro

“Gracias a Dios que no se puede”, Roberto Alicea

“Hay tantos sitios que no deben fumar, como las escuelas, iglesia, la plaza. De hecho, yo no fumo. Pero no se debería fumar. Debe ser algo general porque le hace más daño al que está alrededor que al que está fumando. En Alemania hay sitios específicos para fumar”, Julio Vega

“Muy bien. Debe prohibirlo en todos lados”, Myrta Toro