Mike Whitney lleva 20 años viviendo en el condominio Pelican Reef, justo frente a la playa en el barrio Córcega y asegura que desde el paso del huracán Georges en 1998 no había visto el mar tan enfurecido como la semana pasada, cuando la fuerte marejada producto del paso del huracán Matthew se dejó sentir en la costa de este pueblo.

“Hacía un ruido bien fuerte y las olas eran enormes. Azotó con fuerza la costa por horas. Es increíble que un huracán tan lejos haya afectado todo esto”, narró Whitney mientras observaba el enorme cráter que se formó justo frente al portón del complejo de vivienda que da acceso a la playa.

“Cuando Georges hubo más efectos en las calles y en las casas, y hubo más inundaciones de ríos, pero esta ocasión la erosión fue más fuerte. Se llevó muchos de los árboles que teníamos en esta costa”, narró Whitney, quien es natural de Florida.

Cerca de cuatro millas de costa se vieron impactadas por el mar que se elevó varios pies producto de la llamada marejada del sur y que en algunos lugares afectó propiedad privada y pública. Los daños se extienden desde el barrio Córcega hasta el área el faro de   Rincón, según identificó el director de Manejo de Emergencias municipal, Héctor Martínez.

Una de las zonas más comprometidas fue en la comunidad Estela, donde el mar se llevó parte de la carretera y arrastró con gran parte de la vegetación del lugar. El mar socavó la costa y arrancó parte del asfalto. Incluso, unas escaleras que daban acceso a la playa, hoy están bajo agua.

“¡Ay, mi madre, si se llevó todo!”, reaccionó don José González, quien llegó junto a su esposa, María Ruiz, al área de la playa donde acostumbraban sentarse para pasar algunas tardes. Esa zona ahora está bajo agua y las palmas que adornaban la orilla, están acostadas también bajo el agua. 

“En esta área había como 15 o 20 pies de playa. Ahora no hay nada”, recordó González, quien lleva 44 años viviendo en Estela.

Según Martínez, el fuerte oleaje comenzó a sentirse desde la medianoche del pasado martes hasta la tarde del miércoles. 

“Hubo parte de un condominio, Rincón Ocean Club, que el agua socavó parte del terreno y comprometió hasta el área de la piscina”, indicó el titular de Manejo de Emergencias municipal. 

Las pérdidas fueron estimadas en más de $30,000. Sin embargo, el impacto a largo plazo todavía está por verse.

“Esto puede ser un golpe irreparable para Rincón. Imagínate, hay miles de personas que vienen a nuestro pueblo a disfrutar de nuestras playas. Si esto sigue, nos vamos a quedar sin ninguna y no vamos a tener nuestro principal atractivo turístico”, manifestó Jael Montalvo.

Rincón es uno de los pueblos de la Isla que más se ha visto afectado por la erosión de las costas. Los problemas del calentamiento global, así como la construcción desmedida sin tomar en consideración el efecto que tiene en el medio ambiente, entre otras prácticas, han cambiado el curso natural de la marea e incrementado la erosión en la zona.

El Departamento de Recursos Naturales (DRNA) había señalado el estado de emergencia en que se encontraba este pueblo costero. 

Mientras, la Junta de Planificación, a través de un plan de uso de terrenos, trabajaba en el desarrollo de un perímetro que se conocería como la Zona de Riesgo, con el fin de restringir el desarrollo de nuevas unidades y limitar los permisos de extensión de construcción en las costas. 

Martínez, por lo pronto, indicó que ya está bien adelantado el proceso de permisología con el DRNA para atender el asunto lo más pronto posible. 

“Lo más apremiante es construir un muro de contención en la comunidad Estela para que el terreno no siga cediendo. Vamos a ver cómo recogemos los escombros y la vegetación que quedó en la costa y rogar que no venga otro fenómeno que vuelva a afectar nuestras costas”, sentenció Martínez.