Hongo por todos lados, aire acondicionado dañado, techos rotos, vigas y columnas desprendiéndose en pedazos, sin contar las filtraciones que convierten la estructura en una piscina cada vez que llueve. 

Este es el panorama existente en la Plaza del Mercado Isabel Segunda de Ponce que para colmo, en ocasiones se inunda con aguas negras, tiene excremento de paloma y tampoco cuenta con personal de seguridad, pese a que el lugar es asediado por deambulantes y adictos a drogas.

Según varios placeros y empleados entrevistados, la situación es desesperante, ya que las condiciones de la plaza ponceña ahuyentan tanto a la clientela como a algunos comerciantes que optaron por dejar sus negocios.

“Es una dejadez total, tenemos el problema del hongo que eso nos está afectando y es un peligro, aquí no hay aire acondicionado desde antes del huracán, hay baños que están dañados, la estructura, las vigas y columnas están explotando. También tenemos el problema que se tapan los conductos y empiezan a salir aguas negras”, denunció el empleado municipal José Luis Medina Ramos, quien realiza labores de mantenimiento en la Plaza del Mercado desde hace 12 años.

“Ahora mismo si viene una situación de lluvia fuerte esto hay que cerrarlo, como en muchas ocasiones nos encontramos sacando agua. Pusieron unos toldos después del huracán, que se rompieron, y esta semana pusieron otros encima de esos porque venía la onda (Beryl), y ya se están rompiendo también”, agregó Medina Ramos.

Una de las placeras que prefirió no identificarse, destacó que el área más afectada es el segundo nivel sobre las cafeterías. 

“Ese segundo piso según llueve, como no hay acceso para que el agua corra, se cuela el agua y todo eso que está en gibson board, con la humedad se ha caído. Nosotros permanecemos porque anteriormente habían puesto unos toldos por las palomas que hay aquí dentro”, lamentó la comerciante al señalar que la Plaza del Mercado se ha quedado sin placeros. 

“Esto ha ido en deterioro, las ventas han bajado drásticamente, después del huracán esto ha sido bien cuesta arriba porque se fue el techo, los acrílicos. Tampoco hay aire acondicionado desde el huracán, porque anteriormente se había dañado pero solo arreglaron una parte, pero al no haber techo, el aire dejó de funcionar”, sostuvo la comerciante.

Por su parte, Prudencio Castro, que trabaja en el puesto de viandas de su progenitora, dijo que “esto está en completo abandono, esto no es una prioridad para Ponce. Aquí no hay seguridad, la plaza está rodeada de tecatos y deambulantes, y nunca hay policía”.

“El paseo que está aquí al lado lo inauguraron y solamente se ha hecho esa actividad. Ese es el paseo de los tecatos, es el área de ellos”, resaltó Castro sobre el Paseo de la Salsa Cheo Feliciano, ubicado entre la Plaza del Mercado y el Paseo Atocha.

Tanto Castro como otros placeros, aseguraron que la falta de seguridad “está matando la plaza. Después de las 2:00 de la tarde solamente me quedo yo aquí y los demás se van porque este lugar no es seguro”.

Mientras que Medina Ramos señaló que  la alcaldesa María E. Meléndez Altieri no está ajena a estas denuncias. Sin embargo, no ha visitado el lugar desde el paso del fenómeno atmosférico.  

“Se han hecho las gestiones, porque el administrador de la plaza José Vigo le ha hecho cartas y aquí nadie ha venido de la alcaldía, ni la Alcaldesa ni nadie”, resaltó el funcionario municipal.

“Estamos cansados de que le pongan curitas, que arreglen esto de una vez. Nosotros como comerciantes, para nuestra tranquilidad mental, necesitamos que ya hablen claro de qué es lo que va a pasar con esto aquí, no hay comunicación de ninguna clase”, sentenció otra placera.