A PESAR de no representar una amenaza para la salud de las personas, los insectos que por las pasadas semanas se han divisado en las costas de la región oeste podrían tener un impacto en la agricultura de la zona si su presencia se convierte en una plaga descontrolada. 

El secretario de Agricultura, Carlos Flores, explicó que dicho insecto, conocido como Chinche de Patas de Hoja (Leaf Footed Bug), abunda mucho en la Isla, específicamente en fincas donde hay cucurbitáceas, como calabazas, pepinillos o cualquier otra planta rastrera de bejuco, pero aclaró que no se ha reportado ningún caso de plantaciones afectadas por estos especímenes.

“Si hay en abundancia o si fuera descontrolado, que no haya plaguicidas, sí puede afectar las plantas y los cultivos”, destacó Flores.

“Pero ahí es donde entra nuestra división de sanidad vegetal a verificar y los agrónomos de área están para orientar a los agricultores sobre qué tipo de plaguicidas es necesario. Pero en este caso, estos insectos deben bajar (de cantidad).No va a ser permanente”, agregó.

Por su parte, el director regional de Agricultura en el oeste, Julio Colón, coincidió en que la presencia desproporcional de este tipo de insecto puede tener un efecto en los cultivos.

“Pueden tener un impacto económico en la agricultura porque se alimentan de las hojas y dañan el fruto. Si no se controla, puede ser perjudicial”, sostuvo.

Al momento, ningún agricultor ha reportado problemas con alguna plaga en sus plantaciones, según confirmó el presidente de la Asociación de Agricultores, Héctor Cordero.

“No he escuchado nada. Pero estaremos pendientes. Puede ser que con tanta lluvia en las últimas semanas, se hayan disparado los insectos, pero no he sabido de ningún afectado”, subrayó.

Mientras, Colón, indicó que, además, del exceso de lluvia y el crecimiento de la vegetación, la contaminación lumínica pudo haber sido una de las razones para que se registrara una proliferación de dichos insectos.

Sostuvo que, aunque no existen muchos trabajos científicos al respecto, sí se cree que el exceso de luz en zonas residenciales y comerciales tiene un efecto en el ecosistema, y los insectos no son la excepción.

“Los insectos que tienen hábitos nocturnos son conocidos como lucífugos, y se cree que se orientan por la luz de la luna y de las estrellas para alimentarse o para el proceso de reproducción. Entonces, la luz artificial los atrae. Por eso estos insectos que tienen alas llegan hasta las casas. Ahí estamos, en cierta manera, alterando el proceso natural”, sostuvo Colón. 

“Debemos ser más conscientes y minimizar la contaminación lumínica. A veces, llegamos a nuestras casas de noche y encendemos todas las luces. Vamos a ahorrar energía. Si no necesitas todas las luces, vamos a apagarlas y así evitamos atraer este tipo de insectos”, insistió.

Colón indicó que existen sobre 82,000 insectos que pertenecen a la misma orden y que por ello se confunden muchas veces con otros especímenes que se alimentan de sangre, como es el caso de la llamada “Chinche Besucona” que transmite la enfermedad del Chagas. 

Por otro lado, el titular regional de agricultura hizo un llamado a los agricultores y al público en general a ser prudentes con el uso de insecticidas y plaguicidas.

“Tiene que haber conciencia también. Hay que hacer el debido uso de ellos para que haya un balance. Abusar de los plaguicidas podría provocar que los insectos creen resistencia”, indicó Colón. 

“El llamado es leer la etiqueta de estos plaguicidas por la seguridad del ser humano y también del ambiente. Si no cuidamos las cosas, vamos a crear un desbalance en el ambiente”, señaló.

En el caso de los chinches que se han registrado en la zona oeste, Colón espera que merme en los próximos días.

“Los insectos tienen una metamorfosis, un ciclo de vida. En algunos es corto. No anticipamos que se extiendan por mucho tiempo, pero debemos velar por no alterar el proceso natural”, sentenció.