AL ENUMERAR un listado de proyectos en apoyo a comunidades de Juana Díaz y Santa Isabel, la empresa Monsanto defendió nuevamente el uso de glifosato como ingrediente principal del herbicida Roundup para sus respectivas plantaciones de maíz, soya y algodón en el sur del país.

La empresa reiteró que cumple con las regulaciones ambientales para operar en la zona, al tiempo que rechazó la vinculación del herbicida clasificado por la Organización Mundial de la Salud como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”.

“Esto lleva 40 años de uso y la Asociación Médica de Estados Unidos y todos los estudios internos y externos apuntan que el Roundup es un producto seguro. No podemos decir que causa daño. Están buscando correlación, pero no”, señaló Eric Torres, gerente de operaciones de Monsanto en Puerto Rico.

“No podemos relacionar dos cosas totalmente distintas. Ahora mismo, por ejemplo, todo el mundo usa celular y esto se sabe que causa daño”, dijo Torres en entrevista con Suroeste.

El gerente de operaciones de Monsanto señaló que la empresa respeta las opiniones emitidas por científicos que vinculan al herbicida más vendido en el mundo con el desarrollo de enfermedades como cáncer, autismo, entre otras.

“Estamos seguros de que realmente todos nuestros productos son seguros y así lo demuestran todas las investigaciones. Lo que queremos es llevar semilla de calidad a los agricultores, que alimenten esos hogares, que haya semilla y fruto para el futuro”, resaltó.

Torres mencionó que la empresa promueve el diálogo con las comunidades cercanas y los proyectos que trabajan demuestran la apertura con sus vecinos.

“Tenemos el Comité de asesores a la comunidad, donde nos reunimos con representantes de comunidades del área para dialogar con ellos sobre cómo los podemos apoyar, aclarar cualquier cuestionamiento que tengan de que Monsanto los esté impactando de alguna manera”, dijo el gerente de operaciones.

“No tenemos nada que esconder, somos transparentes. Ahora mismo tenemos un proyecto de greenhouse buscando cómo ser más sustentables, cómo economizar en el consumo de agua, cómo reducir nuestro consumo de luz y cómo ser más eficientes con el terreno”, detalló en cuanto a Monsanto, que cuenta con 118 empleos regulares y cerca de 350 a 500 empleados temporeros.

Por su parte, Rosa Guerrero, gerente de la estación de Monsanto en Puerto Rico indicó que la expansión del invernadero, que en unos meses llevaría a la empresa a tener cinco acres y medio para ese propósito.

“Después del huracán, Monsanto y las otras compañías de agricultura donaron un millón de dólares. Parte fue a través de Sor Isolina Ferré, pero también voló unos aviones que traían artículos de agua, comida y esos fueron donados en comunidades de Ponce, Juana Díaz, Santa Isabel y Salinas”, afirmó la ejecutiva de la estación en Puerto Rico.

Entre las actividades escolares que realizan, Torres y Guerrero destacaron un huerto con la Escuela Luis Lloréns Torres de Juana Díaz, charlas y visitas a las escuelas Capitanejo y Pedro Meléndez.

También señalaron el diálogo establecido con estudiantes del Recinto de San Germán y Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana, Recinto de Mayagüez de la Pontificia Universidad Católica, entre otros.