EL MAYOR temor de los padres de estudiantes de las escuelas clausuradas Franklyn D. Roosevelt, Theodore Roosevelt y David G. Farragut, se hizo realidad el pasado lunes en el primer día de clases del semestre escolar, luego que la escuela receptora a la que fueron enviados sus niños, la Manuel A. Barreto, no estaba lista para recibir a sobre 500 niños de corriente regular y ed cación especial que fueron asignados. 

Salones que no estaban finalizados, falta de maestros que aún no habían sido reclutados, problemas con el servicio de transportación y hasta irregularidades con la distribución de los alimentos fueron algunos de los reclamos de padres que manifestaban su descontento y, en muchos casos, hasta se llevaron a los estudiantes de la escuela por entender que no estaban en condiciones para el inicio de clases.

Danisa Padilla, por ejemplo, llegó al salón de primer grado a dejar a su hijo, pero los niños no tenían dónde sentarse.

“El grupo 1-1 no tiene pupitres en su salón. Al nene mío me lo voy a llevar para mi casa porque no lo voy a dejar sentado en el piso. Esa escuela no está apta. Ni siquiera el comedor no está arreglado. Lo tienen en un salón provisional”, se quejó Padilla a su salida del plantel.

Situación parecida vivieron Ivelisse Ruiz y su hija, Jeivelisse López, quien llegó emocionada a su primer día de clases en kindergarten y se encontró con un salón que no estaba en condiciones para recibir estudiantes.

“El salón de kínder de mi hija es una vergüenza. Hay escombros, tornillos en el piso y todo. Ella está destruida porque venía a su primer día de clase, pero nos encontramos con un caos”, sostuvo Ruiz al salir del plantel, pues tampoco quiso dejar a su hija en aquel salón.

La escuela Manuel A. Barreto fue asignada como receptora de estudiantes de otros tres planteles: Theodore Rodevelt, Franklyn D. Roosevelt y la David G. Farragut. Se espera que reciba 571 estudiantes del nivel elemental, de los cuales, alrededor de 200 son de educación especial.