El falso rumor del adelanto de la ganadora de la final de una competencia de baile, el “dubi” de una cantante de Barbados en unas premiaciones y el rol de otro como “host” del mismo show protagonizaron las redes sociales anoche.

La manera en que los cibernautas “interactuaban” con los programas televisivos que estaban viendo y que los motivaban a comentar en las redes sociales se convertía en el centro de las conversaciones. Etiquetas “oficiales” y creadas por los usuarios, menciones, fotos a las pantallas del televisor se publicaban con regularidad en lo que parecía ser necesario compartir. “Las redes están incendiándose”, “las redes van a explotar”, comentaban los animadores de uno de los programas que ya cuentan con un espacio dedicado a las redes sociales y la interacción que se suscita en ellas. Las grandes y pequeñas producciones tienen etiquetas o “hashtags” dedicadas a su espacio en la televisión para fomentar la interacción entre quienes sintonizan el programa.

La manera de ver televisión se transformó. Todo cambió. El fenómeno de las “dos pantallas” y la tendencia “social TV” es una realidad en crecimiento.  En 2012, Twitter anunciaba en su blog que estaban estableciendo una manera en que se pudiera medir el nivel de “engagement” de la programación televisiva a través de la red social. Esta función lograría complementar los “ratings” de Nielsen, compañía que mide “con precisión el amplio rango de comportamiento de los consumidores, representados por una gran variedad de etnias, culturas y organizaciones en todo el mundo”. “Tenemos un fin con esta nueva métrica: hacer que ver televisión con Twitter sea mejor para ti, fanático de la televisión”, detallaba en ese entonces la declaración de Chloe Sladden. Este año, Nielsen presentó los Twitter TV ratings, primera métrica para la actividad total entre el alcance de la televisión y las conversaciones relacionadas.  

La evolución de la televisión y la manera en que la consumimos es un tema en constante transformación. Herramientas de monitoreo y métrica son utilizadas para seguir el fenómeno de la televisión social. Un buen ejemplo es Tuitele, medidor de la audiencia social de la televisión en España que monitoriza, mide y analiza en tiempo real la actividad y conversaciones sociales que se genera alrededor de los programas que se emiten en el país. La televisión social se ha duplicado en un año en este lugar, según el primer anuario de la compañía.

Esta tendencia se fundamenta en la modalidad de las dos pantallas.  Sin importar si es a través de una etiqueta o una mención, la manera de ver la televisión ya no es igual. El protagonismo que caracterizó a la pantalla chica en un inicio, se ve dividido entre las computadoras, las tabletas, los celulares y los reproductores de música, que en muchas ocasiones, se convierten en el verdadero espectáculo.

El consumo de la televisión se altera y hasta a muchos les parece una molestia que sus amigos escriban todo lo que ven en la pantalla chica (que ya no es la más chica). Otros, por su parte, aprovechan para hablarles a quienes comandan las transmisiones como si ellos les escucharan. Igualmente, los que trabajan desde la televisión recurren a estos espacios digitales para promocionar su contenido, su aparición y hasta la de su canal. Aplicaciones para teléfonos móviles permiten compartir en las redes sociales la programación que se está viendo y se crean comunidades de seguidores de programas, series y películas a través de la Internet.

“Gracias por ser parte de la conversación”, dijo otro de los animadores para cerrar el capítulo de interacción con los cibernautas esperanzada en la conexión y fidelidad del televidente. ¿El futuro? Nos resta esperar ¿o cambiar el canal?

¿Eres de la generación de las “dos pantallas”? ¿Cuál crees sea el efecto en la industria de la televisión de las conversaciones simultáneas que se dan en las redes sociales?

Twitter: @lillianenid