Dos agentes de inteligencia y un par de hackers rusos contratados fueron acusados de un devastador robo de datos a Yahoo que afectó a por lo menos 500 millones de usuarios, informó el miércoles el Departamento de Justicia en la que es la primera demanda de su tipo contra funcionarios del gobierno de Rusia.

En un plan que, según los fiscales, combinaba el recabar datos de inteligencia con la avaricia financiera, los cuatro hombres penetraron las cuentas de correo de funcionarios gubernamentales rusos y estadounidenses, periodistas rusos y empleados de servicios financieros y otras empresas privadas, dijeron las autoridades estadounidenses.

Valiéndose en algunos casos de una técnica conocida como "spear-phishing" para engañar a los usuarios de Yahoo con el fin de que pensaran que estaban recibiendo correos legítimos, los hackers penetraron cuando menos 500 cuentas en busca de información personal y datos financieros tales como números de tarjetas de crédito y de tarjetas de regalo, indicaron los fiscales.

"No permitiremos que individuos, grupos, estados nacionales o una combinación de ellos comprometan la privacidad de nuestros ciudadanos, los intereses económicos de nuestras compañías o la seguridad de nuestro país", dijo la subsecretaria de Justicia interina Mary McCord, directora de la división de seguridad nacional en el Departamento de Justicia.

Uno de los acusados, Karim Baratov, de nacionalidad kazaja y canadiense, está preso en Canadá. Otro, Alexey Belan, está en la lista del FBI de los cibercriminales más buscados y ha sido declarado culpable varias veces en Estados Unidos. No está claro si él o los otros dos acusados que están prófugos, Dmitry Dokuchaev e Igor Sushchin, alguna vez comparecerán ante una corte estadounidense, ya que Washington no tiene un tratado de extradición con Moscú.

"Espero que respeten nuestro sistema de justicia penal", dijo McCord.

En la acusación formal se identifica a Dokuchaev y a Sushchin como funcionarios del Servicio Ruso de Seguridad Federal (FSB, por sus siglas en ruso). Belan y Baratov eran hackers pagados a los que el FSB les encargó infiltrar las cuentas, señalaron los fiscales.

Dokuchaev ha estado bajo custodia en Rusia desde su arresto en diciembre bajo cargos de traición, así como su jefe y varias personas más. Medios de comunicación rusos han reportado que Dokuchaev y su superior fueron acusados de pasarle información delicada a la CIA. En las versiones periodísticas también se ha argumentado que el FSB arrestó a Dokuchaev hace varios años y se le dio a elegir: irse a prisión por largo tiempo por cargos de piratería cibernética o firmar un contrato de trabajo para la agencia.

El FSB no ha hecho comentarios al respecto.

Aunque la filtración de datos ocurrió en el 2014, Yahoo no informó a sus usuarios sino hasta septiembre pasado, cuando advirtió que unas 500 millones de cuentas —al igual que direcciones de correo electrónico, contraseñas, fechas de nacimiento, respuestas a preguntas de seguridad y otros datos privados— podrían haber sido robadas. Tres meses después, Yahoo reveló que había detectado otro ciberataque que data del 2013 y que afectó a unas 1.000 millones de cuentas, incluso algunas que también fueron afectadas en el 2014.

Las autoridades estadounidenses dijeron que es especialmente hiriente que el plan incluyera a funcionarios de un servicio ruso de contraespionaje que en teoría debería trabajar en colaboración con el FBI.

"En lugar de hacer ese tipo de trabajo, en realidad le dieron la espalda a ese tipo de trabajo", señaló McCord.

El anuncio surge en medio de medidas de las autoridades federales para investigar la interferencia rusa en la reciente campaña electoral estadounidense. Uno de los acusados, Belan, estaba entre los rusos sancionados el año pasado luego de esos hackeos, aunque funcionarios estadounidenses dijeron que las pesquisas se realizan por separado.

La afirmación del Departamento de Justicia de que el FSB dirigía el hackeo probablemente le proporcione una protección legal y política significativa a Yahoo, que vio cómo su acuerdo multimillonario con Verizon se tambaleaba después de que se vio obligada a advertirles a sus consumidores que su información privada podría haber sido robada.