NUEVA YORK.- El titular de la Comisión Federal de Comunicaciones propuso que la agencia del gobierno amplíe el programa de subsidio telefónico para los pobres para que incluya acceso a internet.

El presidente de la Comisión (conocida como FCC por sus siglas en inglés), Tom Wheeler, enfatizó que el acceso a internet es un componente crucial para la vida moderna, educación básica, comunicación y para encontrar y mantener un empleo.

Con las normas de neutralidad de la red publicadas hace unos meses, la agencia redefinió a la banda ancha como un servicio público, como el teléfono, lo que le permite supervisar más estrictamente cómo llega a los consumidores el contenido en línea.

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La propuesta de ampliar el programa telefónico Lifeline al servicio de internet busca reducir la "brecha digital", la diferencia entre aquellos con acceso a Internet y otras tecnologías modernas y aquellos sin acceso.

Según el informe de 2013 del Pew Research Center, 70% de los adultos en Estados Unidos tienen una conexión de alta velocidad en casa. Sólo 54% de los hogares con ingresos menores a 30.000 dólares tienen. La FCC dijo que los estadounidenses con bajos recursos dependen más de sus smartphones para acceso a internet.

Lifeline inició en 1985 y se amplió para incluir telefonía inalámbrica en 2005. La propuesta de la FCC busca ampliar Lifeline, con un crédito mensual de 9,25 dólares, para darles la opción a hogares de bajo ingreso de servicio de teléfono o acceso a internet, sea para teléfono fijo o móvil.

"La voz ya no basta para poder participar en la sociedad de hoy día", dijo Harold Feld, de Public Knowledge, un grupo de apoyo al consumidor.

Pero Lifeline fue criticado por ser susceptible al fraude y la propuesta podrá ser desechada por republicanos. La propuesta de la FCC dice que se basará en las medidas de prevención de fraude que entraron en vigor en 2012.

El senador David Vitte dijo en un comunicado el jueves que la FCC "no logró dirigir eficientemente a Lifeline en su actual situación y no podrá respaldar ninguna ampliación de un programa que tiene tan pocas medidas de seguridad para proteger la legitimidad del programa y a los contribuyentes estadounidenses que lo pagan".

En 2014, Lifeline alcanzó 12 millones de hogares y costó 1.700 millones de dólares, pagado con cargos adicionales de los recibidos telefónicos de los consumidores del país.

La elegibilidad depende de si el ingreso está en o por debajo del 135% de la línea de pobreza del gobierno federal, o de la participación en programas como la asistencia médica para pobres Medicaid, vales de comida o almuerzos escolares.