Si conoces a una yal fuera de control o a un chamaquito con las hormonas revueltas, Gaby Guezz tiene algo que decirles: “Tienen que paral”. Sí así como lo lees, con la L al final para que “lo entiendan mejol” y se lo apliquen.

Y es que él es así, dice las cosas que nadie se atreve a decir y en sólo 15 segundos.

El comediante y popular figura de las redes sociales, Gaby Guezz, cuyo nombre de pila es Gabriel González Aponte, ha conseguido en cuatro meses, casi 200,000 seguidores en Facebook sólo con decir las cosas como son, en segundos y con un tono jocoso y mal hablado.

Además, con su consejo final (#Tienesqueparal),  que  se ha convertido ya en su marca, la celebridad ha provocado la risa de unos cuantos miles.

Pero, ¿de dónde salió Gaby Guezz?

El joven de 22 años vive en el municipio de Carolina y trabaja como chef, además de que también se desempeña como maestro de ceremonias.

Sus vídeos son espontáneos, grabados  con su celular y con solamente él como protagonista.

“Fue un momento de aburrimiento, diría yo. Tenía la aplicación de Instagram... y me dio con experimentar un día y subir un vídeo. Tenía como 100 seguidores y un amigo me dijo: ‘Te quedó gracioso el vídeo, ¿por qué no haces otro?’ y de ahí fue que empezó el ‘Tienes que paral’”, comenta el segundo de cinco hermanos.

“Ese #tienesqueparal fue viral, fue lo más que le gustó a la gente”, manifestó el joven egresado de la Universidad del Este sobre cómo comenzó su mundo como celebridad de las redes sociales.

Al poco tiempo, en marzo de este año, abrió la página en Facebook, la que se ha convertido en su mejor carta de presentación.

“A la gente le encanta porque (los vídeos) son verdades que se dicen, son jocosas y están llevando un mensaje positivo, aunque algunos tienen malas palabras”, confiesa el comediante.

Y es que eso de la risa le sale natural, aunque su interés principal es la música.

“Siempre nos reuníamos en la sala, la familia, y yo era como el payaso de la casa, el que hacía los chistes”, cuenta sobre esa vena cómica que lo acompaña.

Sobre su mamá, a la que imita en varios de los vídeos, cuenta que le costó trabajo compartir su sentido del humor.

“Mi mamá es una persona cristiana... Al principio no le gustaban porque hablaba malo, pero después vio que la gente lo estaba viendo y ahora me llama y me dice: ¿'por qué no te haces uno de lo que yo te hacía antes?'”, comenta.

Ya ha acumulado más de 400 vídeos de esa “idea que me viene a la mente y a lo boricua vamo' a tirarlo”, como describe lo que hace.

Algunos de sus cortos tienen hasta 15,000 “likes”, lo que sería el sueño de cualquiera que busca hacerse sentir en las redes sociales.