En una visita al Congreso, Lin-Manuel Miranda recuerda sus veranos en Vega Alta y cómo el pueblo de su infancia ya no existe. "Los únicos que se quedan allí son aquellos que no pueden irse", dijo Miranda. "Es una crisis que se puede resolver, lo que necesitamos es ayuda del Congreso... la habilidad de reestructurarnos", explicó.