Hasta que no se salde la deuda, las Capitalinas de San Juan no podrán jugar en la Liga de Voleibol Superior Femenino (LVSF), aseguró el presidente de la Federación Puertorriqueña de Voleibol (FPV), César Trabanco. 

“Si no se resuelve la deuda de las Capitalinas, no podrán jugar en el torneo del 2018. Jugaríamos con ocho equipos”, dijo Trabanco. 

A finales de julio, el equipo de San Juan quedó en dispensa administrativa y se encuentra bajo el control de la FPV. Trabanco banco removió del cargo al apoderado James Arroyo por una deuda que asciende a unos $224 mil. 

Aunque fue expulsado, Arroyo sigue siendo el responsable de la deuda de $100,000 a las Capitalinas, $77,000 al equipo masculino de los Patriotas de San Juan y otros $47,000 a la FVP por conceptos de pago de franquicia.

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Según Trabanco, el exapoderado no entregó, en el plazo de 10 días, un informe final que le requirió la Federación en el cual detallara todas las deudas de la franquicia y enlistara todos los contratos que emitió.

La Federación, a través de una comisión legal, se encuentra en un proceso de certificación de la deuda para que las jugadoras puedan cobrar por otras vías. Queda en ellas si tomarán acciones legales contra Arroyo.

Trabanco manifestó que para evitar que se repita esta situación, la FVP comenzará a fiscalizar los estados económicos de los equipos, así como velar que se cumplan los topes salariales. 

El presidente de la FPV, quien no favorece el aumento de cuatro importadas por equipo, advirtió a los apoderados que “si traen más refuerzos, les va a salir más caro”, lo que repercutiría en posibles deudas.

Trabanco se encuentra en conversaciones con la alcaldesa de la capital, Carmen “Yulín” Cruz Soto, quien también lleva a cabo una investigación legal para averiguar cómo utilizó Arroyo los $750 mil que recibió de parte del municipio.