Fianza de $4 millones a imputado de degollar mujer en Manatí
Ivette Joan Meléndez Vega, de 56 años, también fue herida en la cabeza durante la madrugada del domingo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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La jueza Cyndia Irizarry Casiano, del Tribunal de Primera Instancia de Arecibo, determinó causa para arresto por asesinato en primer grado en modalidad de feminicidio, violación a la Ley Vehicular, destrucción de evidencia y violación al artículo 6.06 (posesión de un arma blanca) de la Ley de Armas contra el asesino confeso de Ivette Joan Meléndez Vega, de 56 años, arrestado ayer, domingo, en Vega Baja, el cual posee un amplio expediente criminal incluyendo el asesinato de otra mujer en junio de 2005.
Hermes Ávila Vázquez, de 52 años, apodado Ary y Yary, y quien es vecino de Brisas de Tortuguero, en Vega Baja, le confesó los hechos al agente investigador Roynashmil Rodríguez Martínez, adscrito a la División de Homicidios de Arecibo y prestó una declaración jurada con su versión de los hechos. Los fiscales Ismael Ortiz Roldán y Liciane Sánchez formularon los cargos criminales.
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El imputado fue ingresado en el Complejo Correccional de Bayamón al no prestar la fianza hasta la vista preliminar pautada para el 7 de mayo.
El cadáver de Meléndez Vega fue localizado el domingo a las 4:29 a.m. en el kilómetro 8 de la carretera PR-686, cerca del balneario Los Tubos en Manatí. Estaba semi desnuda, fue degollada y presentaba heridas punzantes en la cabeza.
Tras cometer los hechos, se alega que el hombre se llevó el vehículo de la mujer marca Chevrolet Cavalier, color blanco, del 2000, el cual fue encontrado estrellado con un poste y se presume que huyó a pie.
Ávila Vázquez, que está en el Registro de Ofensores Sexuales, desde el 14 de febrero de 2005, cumplía una sentencia de 122 años de prisión por cargos de asesinato en primer grado (de una mujer), secuestro, agresión sexual y violación a la Ley de Armas, pero salió en libertad en abril de 2023 tras la aplicación de la la Ley Núm. 25-1992, Ley para el egreso de pacientes de SIDA y de otras enfermedades terminales confinados en instituciones penales, por razones de salud y quedó en libertad.
En una de las fotos públicas que están en el registro el convicto aparece en una silla de ruedas, pero cuando lo arrestaron ayer, domingo, en Vega Baja, se le vio caminando de prisa para intentar esquivar que las cámaras de televisión captaran su rostro, lo que causó alarma, ya que supuestamente había sido diagnosticado con paraprejia por una lesión que sufrió mientras trabajaba en la institución penal a la que estaba asignado.
“Esta persona luego de que se evaluara por el panel médico que lo atendió cónsono con la reglamentación aplicable vigente, también fue evaluado en comunidad con las investigaciones correspondientes que se hacen a través de los programas de desvíos y comunitarios, se atendió de manera favorable y fue excarcelado”, detalló Ana Escobar Pabón, secretaria de Corrección y Rehabilitación, quien inició el proceso para revocarle los beneficios adquridos para quedar en libertad desde abril de 2023.
Entre todos los tatuajes que posee tiene uno en la espalda de una mujer con una calavera, de acuerdo con la descripción de sus señas particulares en el registro.
También fue acusado en noviembre de 1991, por delitos sexuales.
Meléndez Vega estuvo compartiendo con Ávila Vázquez en negocios antes del crimen. Al presente lo que se sabe es que eran conocidos y que compartíeron esa noche.
La víctima era madre de dos hijos adultos y residía en el barrio Carmelita, en Vega Baja.
A esta fecha 21 mujeres han sido asesinadas, de las cuales ascienden a nueve los feminicidios íntimos.