La familia de Angelo Quinto, un veterano militar que murió bajo custodia de la policía de Antioch (California) en 2020, llegó a un acuerdo con la ciudad por 7.5 millones de dólares para culminar con una demanda por uso excesivo de la fuerza.

El Ayuntamiento de Antioch votó a favor de aprobar el acuerdo en una sesión a puerta cerrada el martes por la noche, según informó el portavoz de la familia John Burris.

La Policía respondió a un llamado de emergencia en diciembre de 2020 que advertía que Quinto, un veterano de 30 años, sufría una crisis de salud mental y tenía una disputa con su madre.

La demanda sostenía que dos agente policiales de la ciudad, ubicada al norte de California, sometieron a Quinto por unos cinco minutos y se turnaron para presionar su rodilla contra el cuello del exmiembro de la Marina de Guerra. Otros dos agentes sujetaron las piernas del exmilitar, quien perdió la conciencia.

Cuando llegaron los paramédicos, el rostro de Quinto “estaba de color morado, había sangre en su rostro y en el piso, y no respondía”. El hombre fue llevado al hospital, donde murió tres días después. Quinto tenía un historial de problemas de salud mental.

Según la demanda, cuando los policías, identificados como James Perkison, Arturo Becerra, Daniel Hopwood y Nicholas Shipilov, llegaron a la casa, la madre de Quinto lo tenía abrazado. Se había calmado.

Los agentes Perkinson y Becerra separaron a Quinto de su madre a la fuerza, lo pusieron boca abajo mientras él gritó al menos dos veces “¡No me maten, por favor!”, lo esposaron y se turnaron para sujetarlo con la rodilla sobre el cuello, alegaba la demanda.

Burris dijo que “aunque ninguna cantidad de dinero puede compensar las trágicas circunstancias que rodearon la muerte de Angelo, se debe felicitar a su familia por su compromiso inquebrantable para mejorar la relación entre la comunidad y la policía de Antioch”.

Tras la demanda, la policía de Antioch creó un equipo de crisis de salud mental.