Edgar Padilla es el mentor, y su pupilo es André Curbelo.

El primero es el exarmador que hizo escuela superior en Estados Unidos, que fue reclutado por la Universidad UMass, con la que fue al juego de campeonato de la NCAA en el 1996, año en que llegó, además, al Equipo Nacional y debutó a nivel de  Juegos Olímpicos en Atlanta 1996.

Padilla fue un baloncelista realizado, que además logró un bachillerato de UMass.

Curbelo, por su parte, es el prospecto armador que también espera realizarse como baloncelista –inclusive de la NBA– combinando su talento, el referente de su padre y exbalonceslista (Joel Curbelo) y el apoyo familiar. Junto a ellos está la mentoría de Padilla y su equipo de trabajo, que incluye el estadounidense Jay David.

Esa combinación llegará este viernes a un feliz día grande, a mitad  del  proceso de mentoría, cuando el armador que hace su escuela superior en Nueva York decida en qué universidad jugará en la  NCAA, si la de Illinois o la de Miami.

“Ya le planteamos los pro y los contra. Le abrimos la mente de cómo se beneficia y cómo no. Ha tenido todo el apoyo, las ayudas en análisis, desde distintos puntos de vistas. Le toca a él decidir”, dijo Padilla.

Padilla contó que este proceso de mentoría, que concluye cuando el jugador se retire, inició cuando Curbelo tenía 14 años y despuntaba aquí en las categorías menores. Recordó que le recomendó a los padres del jugador moverlo a  continuar su desarrollo en los Estados Unidos.

Dicho y hecho, el muchacho  emigró a Nueva York y se convirtió en un prospecto de escuela superior al punto de que hasta 25 universidades se interesaron en el canastero que  ya forma parte del programa de Selecciones Nacionales de Puerto Rico.

Completada la primera parte del proceso de mentoría, Padilla dijo que la segunda etapa inició con la etapa de digerirle al jugador y sus padres las alternativas de universidades para escoger.

Detalló que consideraron de cada universidad elementos como las conferencias en las que juegan, la cantidad y grados de los armadores en el roster actual, la lista de nuevos reclutas, la continuidad del cuerpo técnico, los programas educativos, la adaptación al nuevo medio ambiente y además realizaron visitas al campus.

“Son muchos los factores con los que hay que ayudar a estos jóvenes. Es un proceso en el que aprenden cuando ven que esto es más que tirar bolas al aro”, dijo Padilla.

Curbelo fue reduciendo las alternativas hasta que llegó a Illinois y Miami, los únicos dos campus que visitó de las manos de su equipo de trabajo y de colegas alumnos y exalumnos que lo llevaron por los domitorios, canchas, camerinos, gimnasio y salones.

“En Miami, Ángel Rodríguez estuvo con nosotros. Se lo agradecemos. En Illinois estuvieron compañeros de equipo en AAU en Nueva York. Era importante que André escuchara la experiencia de ellos”, dijo.

Padilla ya también trabaja una mentoría con Rafael Pinzón.

Curbelo es la primera experiencia de mentoría de Padilla, quien dijo que también aprendió del proceso siendo partícipe de la agencia de jugadores que lideró su hermano, Giddel Padilla, en el pasado.

Su segunda experiencia es con el también armador Rafael Pinzón, quien continúa su desarrollo en Nueva York con planes de reclutamiento en la NCAA.