Por un lado tiene ofertas para jugar en México.

Por otro, tiene acercamientos para debutar en la liga de Israel.

¿Qué hacer?

Ese es el dilema que enfrenta el base boricua Carlos Rivera, que tras ganar dos campeonatos corridos en el Baloncesto Superior Nacional con los Leones de Ponce, jugar con el Equipo Nacional en el Preolímpico de Las Américas y recibir docenas de elogios por parte del dirigente Rick Pitino, ha logrado sumar potenciales patronos para sus servicios esta temporada, pero también con una importante adición familiar en estos momentos.

“Gracias a Dios me ha ido bien en los últimos cuatro. He estado en cuatro finales corridas en Puerto Rico, un campeonato con Mayagüez y dos corridos ahora con Ponce. Eso sin contar con los dos campeonatos en México con Veracruz (Halcones Rojos). Eso me ha abierto las puertas en el Equipo Nacional, que es mi segundo año, y también ahora a nivel internacional”, dijo Rivera.

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“Todo eso pues va haciendo que la gente se fije más en ti y uno tiene que aprovechar el momento. Tengo 31 años de edad y es el momento de generar la mayor cantidad de dinero posible”.

Es por esa razón económica que Rivera está tentado a volver a jugar internacionalmente este año y ausentarse de la Isla a pesar del próximo alumbramiento de su próximo hijo, a quien llamará Thiago.

“Es duro porque uno quiere estar con la familia, pero no me quedan muchos años en el baloncesto y hay que aprovecharlo. Más ahora con lo que dijo Pitino de mí y las recomendaciones que hizo a equipos de NBA. Eso sonó por ahí y creo que por eso surgió la oferta de Israel”, confesó Rivera.

“La diferencia entre Israel y México es que en México solo serían cuatro meses entre fines de octubre hasta febrero y estoy a un pasito de la Isla cuando tenga que ir. En Israel son ocho meses y es más lejos. Ahora mismo estoy estudiando dos ofertas de México, pero no quiero dar nombres para que no se caigan”.

Según Rivera, él permanecerá en la Isla hasta el nacimiento de su hijo y entonces es que viajaría a jugar en México.

“Mi hijo está pautado para nacer a mediados de octubre y la liga acá comienza a fines de octubre. Estaré allí los primeros días, luego me iré y trataré de regresar un par de veces durante la temporada. Por lo menos tengo un buen apoyo de mi suegra y mi cuñada, que me ayudan bastante y van a ser importantes en este proceso”, agregó Rivera.