PONCE. Favorables o no, todas las situaciones que viven los Vaqueros de Bayamón tienen un ‘pero’. Sobretodo la marca de 0-5 con que han iniciado su temporada los subcampeones del BSB.

“El 0-5 es bien feo. Nuestra fanaticada está conmovida de lo que fuimos el año pasado y los que somos este año”, describió el dirigente de los Vaqueros, Nelson Colón, recordando la pasada temporada regular que ganaron y la posterior final que disputaron hasta un sexto juego con Arecibo.

Pero los Vaqueros están claros de que han disputado solamente cinco juegos de una temporada regular de 36 partidos y  que solamente eliminará a un equipo hacia la postemporada. Aún con el 0-5, la diferencia del noveno y sotanero Bayamón ante el equipo que está en cuarto lugar (Leones de Ponce) es de dos desafíos.

“Los campeonatos no se ganan en marzo, se ganan en el verano. Lo importantes es clasificar, sea octavo, séptimo, lo que sea, y mantenernos saludables”, dijo Colón.

La edición 2019 que han presentado los Vaqueros tiene menos profundidad en comparación con la del año pasado. 

Basta señalar las ausencia desde el inició de la temporada de dos jugadores claves en el 2018, para saber qué está pasando con Bayamón: son el cubano Ysmael Romero y el boricua Javier Mojica, ambos  jugando en México. Se les suma Joseph Soto, quien también está activo en tierra azteca.

“Todo empieza por comenzar en marzo (fecha del inicio del torneo). El personal no es el mismo. Los muchachos jóvenes han aceptado el reto y han competido. Pero no ha sido suficiente”, reconoció Colón.

Benito Santiago, hijo, y Víctor Caratinni son jugadores han sacado la cara por los Vaqueros en estos tiempos.

Sin embargo, los Vaqueros aceptan que, aunque no hay “desesperación”, no se pueden dar el lujo de esperar pacientes por las llegadas de Mojica, Romero, Soto, que podrían tardar hasta abrilpróximo.

Los Vaqueros también esperan este mes a Stephen Thompson, el prospecto recién egresado de la NCAA.

“No se puede ser paciente. Lo menos que tenemos es tiempo”, admitió Colón.