Luego de confirmar un octavo caso positivo a COVID-19 en el plantel de los Santeros de Aguada el domingo, el Baloncesto Superior Nacional (BSN) se apresta a anunciar el lunes una decisión en torno a la participación de los campeones defensores en la burbuja que iniciará el martes en un hotel de Río Grande.

El director de torneo del BSN, José Solá, dijo no quería adelantarse a lo que la liga anunciaría un día antes de que reinicie su interrumpido torneo, pero dejó saber que todas las opciones serían consideradas, inclusive la no participación de los campeones.

“Dentro del universo de posibilidades que tenemos, eso es algo que no se puede descartar”, dijo Solá, quien informó que la segunda ronda de pruebas a los jugadores que ingresaron a la burbuja desde el primer día ya se les realizó y no hay casos positivos en el hotel.

El nuevo caso positivo, según Solá, es el de una persona que en pruebas anteriores había arrojado resultados negativos.

Explicó que, según se anunció, el presidente del BSN, Ricardo Dalmau, se reunió con epidemiólogos del Departamento de Salud para tratar de buscar alternativas sobre el caso de los Santeros que fueron retirados de la burbuja.

El quinteto de Aguada ingresó a la burbuja de Río Grande el pasado miércoles 4 de noviembre, y como ordena el protocolo allí vigente, entraron directo a un área en la que se le realizaron las pruebas. Luego pasaron directamente a sus habitaciones sin mezclarse con el resto de la población de la burbuja.

Al conocerse sobre sus casos positivos, los jugadores se mantuvieron aislados en sus habitaciones hasta el viernes en la mañana, cuando abandonaron el hotel de Río Grande. Actualmente la franquicia está acuartelada y en cuarentena de 14 días en un hotel de Mayagüez.

Llamadas hechas el domingo al apoderado y coapoderado de los Santeros no prosperaron.

Solá no quiso entrar al detalle de que si los jugadores de los Santeros consiguen arrojar negativo dos veces, a su regreso a la burbuja tendrían que jugar sus nueve partidos en 11 días. Estos deben estar aislados hasta el 17 de noviembre, y no recibirían el resultado el 18, por lo que a ese momento habrían perdido cuatro de los nueve partidos que tienen en calendario en Río Grande.

Debido a que hay epidemiólogos trabajando con el rastreo de contactos tratando de determinar cómo ocurrió la cadena de transmisión, Solá no quiso comentar tampoco sobre fotos colgadas en las redes sociales de los Santeros en las que todos los jugadores aparecen sin mascarillas, incluyendo al apoderado Wilson López, compartiendo en una actividad de confraternización en la que cenaron lechón asado el 1 de noviembre, tres días antes de llegar a Río Grande.