Se calentó la cosa en el norte… y de qué manera. 

Una secuencia de eventos sucedidos en la noche del sábado en un partido entre los Capitanes de Arecibo y los Piratas de Quebradillas en el coliseo Raymond Dalmau tiene a ambos equipos pendientes a recibir más penalidades  a las ya satisfechas en el partido referido.

“Le he pedido a los equipos que tienen hasta la medianoche de hoy (anoche) para mostrar causa por las cuales no deberían existir castigos adicionales”, indicó el director de torneo del BSN, Alfredo Morales, quien de hecho estuvo presente en el altercado que fue aplacado con la expulsión de los dos refuerzos de Arecibo y de dos técnicos asistentes de Quebradillas,  cuando restaban 2:47 minutos de acción del primer periodo del juego que eventualmente los Capitanes ganaron por final 89-86 gracias a un triple en el último segundo del juego por Raymond Cintrón.

Los expulsados fueron los importados Victor Rudd y Jaleel Akindele de Arecibo, y los técnicos asistentes de Quebradillas, Manolo Cintrón y Orlando Vega. El incidente, del cual hasta ayer en la tarde no había trascendido vídeos en redes, sucedió instantes después de un canasto de tres puntos marcado por David Huertas, quien además recibió falta personal en el tiro.

Fue cuando Arecibo anunció un reemplazo a cancha de Akindele, quien en su camino al banco se detuvo a hablar con el dirigente de los Piratas, Eddie Casiano. No está claro por qué existió dicho intercambio, pero al parecer del proceso surgió el tira y jala que siguió, lo que provocó que ambos equipos salieran de sus bancos y varios jugadores tuvieran que ser despegados para evitar una pelea. Cuando el control fue tomado por los árbitros, los refuerzos de Arecibo y dos de los varios asistentes que tiene Quebradillas en nómina fueron expulsados.  

“Si se confirma que hubo agresiones, los involucrados podrían tener que cumplir más juegos de suspensión”, dijo Morales, quien hoy también anunciará la decisión en torno al caso de la protesta que hizo Arecibo la semana pasada a la participación del importado JJ Hickson con los Leones de Ponce por haber jugado con un grillete.