Los Piratas de Quebradillas celebraron el viernes su quinto pase a la serie final del Baloncesto Superior Nacional (BSN) desde la inauguración del coliseo Raymond Dalmau en 2008.

Y aunque la escuadra corsaria está lejos de su cancha local, en la ‘burbuja’ del Baloncesto Superior Nacional (BSN) en el hotel Wyndham Grand Río Mar se sienten como en casa al ser un equipo que ha jugado bien en cualquier escenario en los últimos años.

Quebradillas, líder de la fase regular, aseguró su boleto a la serie de campeonato, el primero desde el 2017, luego de eliminar en dos partidos a los Brujos de Guayama en las semifinales.

“Estamos contentos de volver nuevamente. Esto demuestra que la franquicia ha sido consistente a través de los años. Ganar nunca es fácil. El año pasado nos quedamos a dos minutos de estar aquí (séptimo juego contra los Santeros en Aguada). Nos hemos destacado por tener buen récord en la carretera, así que estamos en nuestro hábitat”, dijo Gabriel Miranda, gerente general de los Piratas, a El Nuevo Día.

Quebradillas suma seis campeonatos en su historia, el último conquistado hace tres años. Para esta ocasión, está de regreso de la mano del dirigente Eddie Casiano, quien tomó las riendas del quinteto en septiembre de 2018. De hecho, el también mentor de la Selección Nacional está en su primera final como técnico desde 2012, cuando guió a los Indios de Mayagüez a su primer y único cetro en el BSN.

“Hicimos lo que teníamos que hacer. Nos metimos en la final, pero todavía falta, quedan tres juegos. Esto es un juego de quien esté más saludable, quien esté más fresco y quien esté más preparado en la final”, dijo Casiano al portal de la liga.

Miranda, por su parte, adjudica el éxito de este año por los cambios realizados durante la temporada baja con la llegada del delantero Ramón Clemente y el armador Joseph Soto.

“Ganar no es fácil. Esta vez, Eddie tuvo unas herramientas que van a la par a su filosofía. Esto toma tiempo. Añadimos a Clemente y a Joseph. A Lamar Petterson lo devolvimos a su posición de delantero cuando reinició el torneo. Estamos bien”, indicó.

Para la final, que inicia mañana contra el ganador de anoche en la otra semifinal entre los Mets de Guaynabo y los Vaqueros de Bayamón, los Piratas no contarán con el escolta Mike Rosario, quien sigue recuperándose de una lesión en la pantorrilla. Rosario fue sustituido por Rasham Suárez.

La final está pautada para el mejor en cinco partidos.

“El que venga. Son dos grandes equipos. Lo han demostrado en su serie. Bayamón tiene la experiencia de playoffs y eso lo respetamos. Listo para el que venga”, sostuvo Miranda.