Los Warriors de Golden State se jugaban la vida anoche en la serie final de la NBA. Por esa razón decidieron sacar a jugar a su estelar delantero Kevin Durant. A la larga, este jugó poco tiempo y se lastimó nuevamente, esta vez con una lesión aún más seria que podría dejarle fuera de juego por al menos un año.

Los Warriors dijeron que el canastero será sometido hoy a una Imagen de Resonancia Magnética (MRI, por sus siglas en inglés) para determinar si en efecto la nueva lesión es esa.

Durant dejó el encuentro cuando sumaba 11 puntos, dos rebotes y un bloqueo. Los Warriors tenían ventaja de 39-34 en la pizarra con 9:46 por jugar en el segundo periodo. Jugó 12 minutos en cancha y salió del partido cuando restaban 9:46 minutos del segundo periodo de acción.

Pese a su salida, Golden State ganó el desafío por final 106-105 para poner la serie 3-2 y forzar un sexto juego este jueves en Golden State.

“La decisión de que (Kevin) jugara se tomó en consenso. No creo que haya nadie a quien culpar, pero entiendo cómo es este mundo y si tienen que hacerlo, pueden culparme a mí. Yo dirijo las operaciones en este equipo”, dijo el gerente general de los Warriors, Bob Myers, en la conferencia de prensa postpartido y mientras intentaba contener no llorar.