Fort Myers, Florida. Desde la pasada campaña, los Mellizos de Minnesota andan en busca de un receptor que, además de ser bueno detrás del plato y manejando a los lanzadores, tenga buen bate.

Entre los candidatos que evalúan al momento, de siete receptores presentes en su campamento, uno lo es el puertorriqueño Brian Navarreto.

El toabajeño, de 24 años, tuvo un gran año con los Gigantes de Carolina de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente en la campaña recién concluida,  conectando para .333 en la campaña regular. 

Por su actuación, fue reclutado como uno de los receptores del equipo boricua que fue a la Serie del Caribe en Panamá.

Tras jugar en República Dominicana con Licey, toda la campaña en Puerto Rico e ir a Panamá para el evento que concluyó  hace una semana,  Navarreto llegó al centro de entrenamientos de los Mellizos en Fort Myers para intentar quedarse con el equipo de liga mayor en su segunda invitación a los campos de entrenamiento.

“Pero llegué bien. Llegué saludable y gracias a Dios me siento cómodo con los amigos, compañeros y coaches que tengo en el equipo, que ya me conocen”, dijo Navarreto, quien fue drafteado por los Mellizos en el sorteo del 2013.

“Si te digo la verdad, creo que solo descansé un día, que fue el que viajé para acá. Pero me siento bien, me siento ready. La liga invernal me ayudó un montón”, indicó Navarreto, que en el 2018 jugó en clasificación AA de la organización. “Ahora mismo me siento que estoy listo para jugar ya. Siento que es una ventaja que tengo”.

Para lograrlo, Navarreto, quien también fue invitado el pasado año, tendrá que competir con otros seis receptores que como él se reportaron al CenturyLink Sports Complex de esta ciudad para los trabajos primaverales.

Tres de ellos son del grupo de cinco que bajo el mandato del exdirigente, Paul Molitor, usó el equipo en el 2018: Mitch Garver, Jason Castro y Willians Astudillo; este último fue el mejor que le fue con el bate al compilar .355 en solo 29 juegos.

Garver, con .268, fue quien más carga de trabajo tuvo en 2018 debido a que Castro, parte importante del equipo que llegó al partido de ‘wild card’ del 2017, solo jugó en 19 juegos antes de romperse el menisco de una rodilla y sufrir una cirugía. Existen dudas sobre su capacidad de regresar a su nivel anterior al 2018.

Junto a ellos, además, están en la lucha de la receptoría melliza Ben Rortvedt, Wynston Sawyer y Tomás Telis.

Así que si Navarreto lo piensa lograr, deberá continuar con la combinación de bateo consistente y la capacidad de manejar lanzadores que mostró este invierno en su patria. Y si lo consigue, entonces el viaje a Panamá y el tiempo sin descansar habrán valido la pena.

“Para mí sería un honor quedarme. Siento que a este equipo le gusta ayudar y tener muchachos jóvenes. Por lo que creo que será una buena experiencia seguir trabajando para ver si me dan una oportunidad”, agregó.