El puertorriqueño Edgar Martínez regresó ayer a Seattle por vez primera desde que fue elegido para exaltación al Salón de la Fama del Béisbol este verano, y a su llegada al estadio de sus Marineros de Seattle recibió un trato de héroe.

Con un alfombra roja colocada solo para recibirle a él, los cientos de empleados del equipo y miembros de la prensa aplaudieron a Martínez, dejándole saber una vez más que lo quieren tanto o más que lo que le quieren los boricuas.

Martínez, quien jugó toda su carrera de 18 temporadas con los Marineros, le reafirmó a la ciudad del estado de Washington en el oeste de los Estados Unidos que se siente muy querido en la ciudad, razón por la cual nunca ha salido de ella.

“Quedarme en Seattle fue posible a una combinación de grandes relaciones con la organización y también con los fanáticos”, dijo Martínez según publican varios medios. “Desde el principio de mi carrera me sentí bienvenido. Me trataron realmente muy bien. Y sencillamente todo pareció correcto. Además conocí aquí a Holli (su esposa). Fue una gran situación para mí, muy valioso, así que me quedé”.

Martínez, quien espera venir a Puerto Rico en algún momento a principios del venidero mes, ahora se prepara para vivir mayores emociones de cara a su exaltación el 21 de julio.

“Es increíble. La aventura ha sido grandiosa. Jamás pensé que todo esto me iba a suceder. Siempre evito poner a pensar en cosas como estas. Pero es una aventura hermosa y tengo un sentimiento de humildad ante todo y me siento bendecido”.