Iván Rodríguez, quien siempre fue un pelotero agresivo y seguro de sus habilidades, no niega que está algo nervioso ahora que entra al conteo regresivo para su entrada al Salón de la Fama del béisbol.

La exaltación será el domingo 30 de este mes en la culminación de un fin de semana lleno de actividades en Cooperstown junto a otros dos nuevos inmortales como Jeff Bagwell y Tim Raines.

“Estoy emocionado, algo ansioso, un poco nervioso, no voy a mentir. Habrá muchas cosas ocurriendo durante el fin de semana. Estuve hablando con Roberto Alomar y Orlando Cepeda durante las celebraciones del Juego de Estrellas (hace dos semanas en Miami) y me dijeron que me disfrute el momento porque estarán ocurriendo muchas cosas’’, reconoció ayer Rodríguez a la prensa internacional en una conferencia telefónica.

“Es algo que ocurre una vez, así que lo voy a disfrutar”, agregó el exestrella de los Vigilantes de Texas.

Sus familiares estarán presentes en la exaltación. Su madre Eva Torres y su padre José Rodríguez han hecho los arreglos para asistir junto a la familia cercana. También hace gestiones para asistir su hijo Derek,  quien es lanzador en Doble A para los Mellizos de Minnesota.

Fanáticos boricuas y de los Vigilantes, según  informó en la conferencia, también asistirán a la ceremonia, así como amistades de Rodríguez, incluyendo al también miembro del salón de la fama del golf internacional, el riopedrense Juan ‘Chichí’ Rodríguez.  

“Hemos sido amigos desde hace tiempo. Estoy contento de que Chichí haya aceptado mi invitación, y vaya a ser parte de mi equipo en el torneo de golf del Salón de la Fama”.

Además del torneo de golf, el wikén  incluye juegos de sóftbol de celebridades, y cenas para los peloteros y familiares. Parte de los atractivos del wikén será la visita a la placa de exaltación de Rodríguez en el Museo de Cooperstown.

El receptor tendrá el domingo el momento más grande que le puede reconocer el béisbol de Estados Unidos a un pelotero. 

Entre los grandes

Allí estará entre decenas de inmortales escuchándolo y observándolo, incluyendo a colegas receptores con quienes se le comparó, como Johnny Bench y Carlton Fisk, a quienes les superó en muchas estadísticas, como juegos recibidos (2,427). imparables (2,844), promedio de bateo (.296), bases robadas (311), y carreras anotadas (1,354). También estará un excompañero de equipo, el lanzador Nolan Ryan, quien tenía 44 años cuando él  debutó en las Mayores con 19 años.

Rodríguez será el cuarto boricua en ser exaltado, siguiendo los pasos de Roberto Clemente, Alomar y Cepeda.

“Estoy bien orgulloso de ser boricua de corazón. A todo Puerto Rico le digo que me siento feliz y contento, a la misma vez ansioso por estar allí y ser otro boricua más en el Salón. Eso lo hago con orgullo. Venir de una isla tan pequeña, de 100 por 35, y tener ya cuatro ‘hall of famers’ es algo bien grande y un honor. Todo lo que hice fue con el nombre de Puerto Rico en el corazón”, confesó.

Rodríguez entrará en el Salón de la Fama con la camiseta de los Vigilantes que vistió durante 12 temporadas y en donde compartió alineación con puertorriqueños como Juan ‘Igor’ González, Rubén Sierra, José ‘Chevel’ Guzmán, Mario ‘Puruquito’ Díaz, entre otros. 

Pero también representará en Cooperstown a los Marlins de Florida, con los que ganó una Serie Mundial, así como a los Tigres de Detroit, a los Astros de Houston, a los Yankees de Nueva York,  y a los Nacionales de Washington.

Rodríguez dijo que se llevarían un pedazo de cada equipo. “Obviamente voy con el uniforme de Vigilantes, porque jugué allí 12 temporadas. Pero todas las organizaciones fueron muy buenas. Todas son iguales. Todas las respeto tremendamente y, si fuera por mí,  llevaría todas las gorras de esos equipos hasta allí”, dijo.

Jugó por 21 temporadas en las Grandes Ligas. Ganó 13 Guantes de Oro y siete Bates de Plata. Fue escogido 14 veces a Juego de Estrellas y una vez al Jugador Más Valioso (1999). Lleva seis años retirado del juego y en breve será inmortalizado. “Aquí tienen a un Iván Rodríguez que los respeta, los quiere y los ama. Ahí voy a estar en esa tarima con los inmortales, representante de Puerto Rico, del béisbol que me dio la habilidad para jugar tantos años hasta que Papá Dios lo permitió. En 10 días voy a estar en el Salón de la Fama'.