WASHINGTON.  Casi una cuarta parte de los miembros de la Cámara de Representantes le pidieron a las Grandes Ligas que reconsideren su propuesta para reestructurar las ligas menores tras la temporada de 2020, lo que provocaría la desaparición de 42 equipos de sus circuitos actuales.

La representante demócrata Lori Trahan y su colega republicano David McKinley encabezan a los firmantes de una carta enviada el martes al comisionado Rob Manfred. Suscriben la misiva 106 integrantes de la cámara baja.

“El abandono de los clubes de las ligas menores por parte de las Grandes Ligas devastaría a nuestras comunidades, a quienes adquieren sus bonos, y a otros inversionistas afectados por la potencial pérdida de estos clubes”, se afirma en la misiva. “Queremos que ustedes comprendan a fondo el impacto que esto podría tener no sólo en las comunidades a las que representamos, sino también en el respaldo a largo plazo que el Congreso siempre le ha concedido a nuestro pasatiempo nacional en una amplia variedad de iniciativas legislativas”.

El Acuerdo del Béisbol Profesional alcanzado entre las Grandes Ligas y la Asociación Nacional de Ligas de Béisbol Profesional (NAPBL, por sus siglas en inglés) expira tras la temporada de 2020. Este año, los 176 equipos de ligas menores afiliados a la NAPBL lograron atraer, entre todos, a 41,5 millones de fanáticos.

La propuesta inicial de las Grandes Ligas, reportada primero por Baseball America el 18 de octubre, eliminaría a cuatro equipos de la liga Doble A: Binghamton, Nueva York, y Erie, Pensilvania, de la Liga del Este, así como a Chattanooga y Jackson, Tennessee, de la Liga del Sur. El plan eliminaría también a los 28 equipos de las ligas de Temporada Corta y Novatos Avanzados de la Clase A que no juegan en los complejos de los entrenamientos de primavera, y reduciría los acuerdos de afiliación mínima garantizada de 160 a 120.

Los equipos de las Grandes Ligas proporcionan jugadores, entrenadores y equipamiento a las organizaciones de las menores, y dicen que gastan casi 500 millones de dólares anuales en salario, y que a cambio sólo reciben 18 millones.

En una carta enviada al Congreso el martes, el subcomisionado Dan Halem dijo que las Grandes Ligas desean estadios mejorados, menos viajes, salarios más elevados y mejores hoteles para los jugadores, así como un proceso más favorable para alcanzar acuerdos de afiliación.

Si se garantiza la presencia de “un número significativamente menor que 160 afiliados”, las comunidades que hayan sido retiradas serán invitadas “a unirse a ligas de verano colegiales similares a la Liga de Cape Cod (pero bajo la protección de las Grandes Ligas), ligas independientes existentes, o a una recién creada ‘Liga de Ensueño’ que también operaría bajo los auspicios de las Grandes Ligas”.

Indicó que, con base en la retroalimentación de los equipos y los jugadores, “hemos identificado más de 40 estadios de las ligas menores que no cuentan con instalaciones de entrenamiento adecuadas, instalaciones médicas, vestuarios y, en algunos casos, campos de juego”, y señaló que las ligas menores “nos comunicaron que no es realista que nosotros esperemos que las filiales de menor nivel en las ligas menores estén a la altura de nuestros estándares en instalaciones debido a los costos involucrados en mejorarlas”.

Jeff Lantz, portavoz de la NAPBL, dijo que el organismo rector de las ligas menores no emitió una respuesta de inmediato.

Varios peloteros de ligas menores han demandado a las Grandes Ligas y a sus equipos, argumentando que el pago que reciben viola las leyes del salario mínimo. La mayor parte de los peloteros en las menores reciben un salario mensual inicial de 1.100 dólares.