Los estadios que utilizan las respectivas franquicias que componen la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC) también cayeron víctimas ante la furia del huracán María. Todas las edificaciones sufrieron graves daños y eso coloca a los directivos de la liga en una precaria situación.

El ciclón arrasó por Puerto Rico el pasado miércoles como un huracán categoría 4 con vientos de 155 millas por hora. Una serie de fotos publicadas en las redes sociales por el oficial de prensa, Héctor “Titito” Figueroa, recogen las condiciones en que quedaron los estadios puertorriqueños.

Uno de los más afectados fue el estadio Roberto Clemente Walker en Carolina cuando la crecida del Río Grande de Loíza -el cuerpo de agua que inspiró a la poetisa Julia de Burgos-  inundó su terreno de juego y, además, los potentes vientos destruyeron porciones de la verja.

Asimismo, parte del poco techo que cubría sus gradas dieron a parar al estacionamiento del estadio. Lo más lamentable es que el hogar de los Gigantes había sido remozado con una nueva superficie artificial tan reciente como la pasada temporada.

Por otro lado, el estadio Yldefonso Solá Morales en Caguas sufrió la pérdida de algunas partes de su techo y una de las torres de alumbrado se encuentra en el suelo.

Otro estadio que sintió la saña de María fue el Hiram Bithorn en San Juan. La emblemática estatua del legendario lanzador puertorriqueño que lleva el nombre del recinto capitalino se encuentra en el suelo y estructura eléctrica sufrió severos daños. La batera y el área donde calientan los lanzadores quedó inservible luego que los vientos doblaran parte de la estructura del techo.

Aún se desconoce la condición en que se encuentra el estadio Isidoro “Cholo” García en Mayagüez y, más el estadio Luis “Canena” Márquez de Aguadilla tiene algunos deterioros por los vientos.

Las imágenes levanta las preguntas si habrá liga invernal este año dada las condiciones que rodean la Isla y el hecho que hay asuntos más apremiantes que los municipios deberán atender durante los próximos meses.

Debido a las pésimas condiciones de las comunicaciones, no ha sido posible contactar a los directivos de la LBPRC, cuya fase regular está programada para comenzar el 15 de noviembre.