Nueva York. Mientras los Astros de Houston y los Medias Rojos de Boston tomaron acciones decisivas despidiendo a sus dirigentes luego que una investigación de Major League Baseball concluyó que estuvieron involucrados en un nefasto y escandaloso sistema de robo de señales, los Mets de Nueva York se han mantenido en silencio de torno a hablar del futuro de su dirigente Carlos Beltrán.

Houston despidió a AJ Hinch tan solo una hora después que el comisionado del béisbol Rob Manfred hizo público los hallazgos que arrojaron la investigación realizada a los Astros. La gerencia de Boston, por su parte, anunció la salida de Cora 29 horas y media después.

Mientras, Beltrán, el único pelotero mencionado por Manfred en su reporte, está en el limbo. Los Mets se han negado a hablar para decir si se queda o se va.

“Ellos tienen que despedir a Carlos Beltrán”, declaró un excompañero de equipo de Beltrán en los Yankees, Mark Teixeira, al hablar en ESPN, donde se desempeña como analista. “No hay manera que Carlos Beltrán puede dirigir a los Mets, sobretodo con la presión que se está formando ahora mismo en Nueva York. No es posible que tengas a este como líder del equipo. Los periódicos de Nueva York, el Daily News, The Post  y los tabloides se lo van a comer a diario hasta que lo despidan”.

Cora era el coach del banco de los Astros en el 2017 y fue, según el reporte de Manfred, quien instigó a los Astros a utilizar una cámara en el jardín central y a colocar un monitor cerca del dugout para poder robar las señales del receptor contrario.

“Aproximadamente a los dos meses de la temporada del 2017, un grupo de jugadores, incluido Carlos Beltrán, hablaron sobre cómo podían mejorar el sistema de decodificar las señales de los otros equipos y llevar la comunicación a los bateadores”, dijo Manfred.

Hinch y el gerente general de los Astros, Jeff Luhnow, recibieron suspensiones de un año de parte del comisionado antes que el dueño Jim Crane decidió despedirlos. Manfred decidió no disciplinar a ningún jugador. Beltrán era en el 2017 uno de los jugadores de su equipo, esto en la última temporada de su carrera.

La gerencia de los Mets ahora deberá medir si Beltrán será un líder efectivo. ¿Su presencia influenciará a los peloteros jóvenes a verlo como un jugador que rompió las reglas y se sentirán inclinados a seguir ese ejemplo? ¿Se convertirá Beltrán ahora en alguien tímido, y tendrá temor de vivir bajo el escrutinio de los investigadores de MLB?

¿Qué beneficio alcanzarían los Mets de retener a Beltrán, quien no tiene previa experiencia como dirigente?

El dueño de los Red Sox, John Henry, los ejecutivos de la novena Tom Werner y San Kennedy y el gerente general del equipo Chaim Bloom concluyeron que Cora no podía seguir al frente de los Medias Rojas por circunstancias similares.

“Alex por su propia admisión, y nosotros estuvimos de acuerdo, jugó un papel central de lo que sucedió en Houston”, dijo Werner. “Todos coincidimos que lo que se hizo estuvo mal y que nosotros teníamos una responsabilidad como mayordomos de nuestro equipo, de tener aquí un estándar en el que ese tipo de conducta es inaceptable”.

Kennedy aseguró que no hubo dudas con la decisión a tomar.

“Aunque es una decisión difícil personalmente para muchos de nosotros, a nivel profesional era la decisión que había que tomar y era hasta fácil concluirla para tanto los Red Sox como para Alex. Fue una decisión mutua”, dijo Kennedy. “Alex llegó a la conclusión de que no iba a poder liderar efectivamente esta organización hacia adelante con lo que ha reflejado el reporte del comisionado. Y nosotros llegamos también a esa conclusión”.

Los días de Beltrán como jugador de los Mets se recuerdan más por el ponche que recibió al no hacerle swing a un lanzamiento del lanzador de los Cardenales de San Luis, Adam Wainwright, que representó el out final en el revés 3-1 de Nueva York en el séptimo juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en el 2006. El boricua fue a la caja de bateo con las bases llenas.

Como dirigente de los Mets, probablemente sea recordado por no dirigir ni un juego.

“Hubiera deseado que Carlos Beltrán hubiera recibido aviso de la señal del lanzamiento que iba a recibir luego que recibí la base por bolas en los playoffs del 2006”, tuiteo el exjugador de los Mets, Paul LoDuca, quien al recibir base por bolas permitió que Beltrán fuera al plato en el referido partido.

Los Mets han pasado por mil situaciones desde que llegaron a la Serie Mundial en el 2015, la que perdieron ante Kansas City. Terry Collins fue cesanteado en el 2017, al completar su séptima temporada frente al equipo, y luego Mickey Callaway fue despedido en octubre pasado, luego de dos años frente al equipo. Steve Cohen, el millonario inversionista de fondos de inversión, está en el proceso de comprar una cantidad de acciones del equipo que lo convertiría en el dueño mayoritario del equipo. Le comprarían las acciones a las familias de Fred y Jeff Wilpon y de Saul Katz. Luego de evaluar las operaciones este año, Cohen podrían mirar a realizar mayores cambios.

Con la fecha del inicio de los campos primaverales a la vuelta de la esquina, no hay mucho tiempo para considerar candidatos para dirigir al equipo. Algunas opciones podrían ser el nuevo coach del banco Hensley Muelens y el analista de ESPN, Eduardo Pérez, quien fue finalista para la posición en el otoño.

Cora, sin que nadie le preguntara, trajo a colación el nombre de Beltrán en junio pasado cuando los Yankees le barrieron dos partidos a los Red Sox en la serie que jugaron en Londres. En aquel entonces Beltrán era asesor especial del gerente general de los Yankees, Brian Cashman, y estaba con el equipo en la ciudad.

Ahora ambos están atados para siempre.

“Yo bromeaba con alguien que la mejor firma que hicieron los Yankees esta pretemporada fue la adquisición de Beltrán”, dijo Cora, lanzando incluso una guiñada. “Yo sé como él trabaja. Él los ha ayudado mucho”.