Es una de las rivalidades más largas y famosas en los deportes profesionales.

Durante un siglo, los Yankees de Nueva York y los Medias Rojas de Boston se han enfrentado en más de 2,200 partidos, y todavía se producen chispas cada vez que se encuentran en un diamante.

De hecho, antes y durante el partido por el wild card ante Oakland del miércoles en el Yankee Stadium, fueron múltiples y claras las manifestaciones de los neoyorquinos de su deseo: enfrentarse a los Medias Rojas de Boston.

“Somos un equipo que puede jugar contra cualquiera, y no tenemos miedo de ir a jugar allá”, dijo el jardinero Aaron Hicks a FOX Sports tras la victoria de 7-2, refiriéndose a la serie divisional que comienza esta noche en el Fenway Park.

 Increíblemente, a pesar de lo significativa de esta histórica rivalidad, esta serie será tan solo la cuarta vez que los equipos chocan en la postemporada. O la quinta, si contamos el partido de desempate que los Yankees ganaron en el 1978 sobre Boston con jonrones de Bucky Dent y Reggie Jackson. Pero eso fue solo un partido.

Los Yankees y los Medias Rojas del 2018 llegan a la postemporada con una nueva generación de jugadores que buscarán perpetuar el histórico antagonismo  entre las franquicias.

Los Yankees ya no son aquellos de Derek Jeter, Andy Pettitte, Bernie Williams y Mariano Rivera. La edición del 2018 es una mezcla de poderosos bates como los de Giancarlo Stanton, Aaron Judge, Didi Gregorius y  Hicks, combinados con los de los jóvenes Miguel Andújar, Gleyber Torres y Gary Sánchez.

Con Judge y Stanton en el corazón de la alineación, tienen el personal que puede dar el paso al frente en cualquier situación, como lo hizo Luke Voit anteanoche ante Oakland.

“Creo que están listos y se disfrutan la oportunidad de jugar contra el mejor equipo de este año”, dijo el dirigente, Aaron Boone también a FOX Sports, sobre un enfrentamiento con Boston, quien tuvo el mejor récord de las Mayores con 108-54.

Y es que hasta el propio Boone, en su primera campaña como dirigente, fue protagonista de uno de los recordados capítulos de la rivalidad: un jonrón que dejó a Boston en el terreno en el séptimo juego de la Serie de Campeonato del 2003.

En el otro dugout estarán unos Medias Rojas que por igual ya no son los de David Ortiz, Manny Ramírez, Pesdro Martínez y Dustin Pedroia, quien aunque está, ha jugado poco este año.

En el centro del lineup truenan sus bates Mookie Betts y J.D. Martínez, ambos con campañas de MVP, además de Xander Bogaerts, Andrew Benintendi.

Bajo la tutela del boricua Alex Cora, en su debut como dirigente, han mostrado mayor agresividad tanto en la caja de bateo como en las bases, una fórmula que, junto al dominio de  los abridores Chris Sale, David Price y Rick Porcello les llevó a la mejor marca de las Mayores y a un récord de franquicia.

La serie del 2018 finalizó 10-9 a favor de Boston, y en una de las series a principios de año ya hubo pelotazos, vaciadas de bancos y expulsiones.

Así que estaría de más decir que Boston está listo.

“Tarde o temprano, todos los imperios caen”, dijo el presidente de los Medias 

Rojas, Larry Lucchino, a The Associated Press.