SAN FRANCISCO. El taponero de los Gigantes de San Francisco, Hunter Strickland, se disculpó ante su equipo y aficionados, y señaló que considera asistir a sesiones de orientación para control de la ira después lesionarse la mano por golpear una puerta debido al enojo que le causó estropear un salvamento contra Miami.

Según pronósticos médicos, Strickland estará entre seis y ocho semanas inactivo tras romperse el lunes el dedo meñique de la mano derecha con la que lanza la bola. Sam Dyson y Tony Watson serán convocados como cerradores.

Strickland ya ha tenido antes arranques de ira presenciados a nivel nacional.

El lanzador derecho, de 29 años, se enzarzó en un intercambio de palabras con el receptor de los Reales de Kansas City, el venezolano Salvador Pérez, en el segundo partido de la Serie Mundial.

La campaña anterior, Strickland escenificó una riña con el jardinero de los Nacionales de Washington, Bryce Harper, a quien golpeó con un lanzamiento. Tres años antes, Harper le había conectado un jonrón en la serie divisional de la Liga Nacional.

“Creo que obviamente mi ira me ha quitado lo mejor de mí y me ha hecho tener decisiones estúpidas, no me parece que yo deba ser esta persona furiosa”, dijo Strickland. “Creo que la concentración es la mejor palabra. Tenemos que estar concentrados y encerrados, concentrados para conseguir los outs”.

“Soy responsable”, declaró Strickland. “No estoy aquí para culpar a nadie ni nada, creo que es lo correcto”.

En la cirugía del martes fueron colocados dos pernos en el dedo lesionado de Strickland. El lanzador confía en que le quiten los pernos después de los rayos X que le efectúen en las próximas dos semanas.