Uno de los clichés favoritos en los deportes es aquel de que “los récords se hicieron para romperse”. Pero en el caso de los Medias Rojas de Boston, parecería que están destinados a reafirmar la frase.

 Antes de los partidos de ayer, la tropa del puertorriqueño Alex Cora cabalgaba con ventaja amplia en el primer puesto de la División Este de la Liga Americana y en el tope de las Grandes Ligas con marca de 79-34 y promedio de .699.

El paso que han mostrado los Medias Rojas en el 2018 es avasallador, y con 49 juegos por jugar en la campaña regular, los bostonianos tendrían que jugar para 37-12 para empatar la marca histórica de victorias en una misma temporada, que comparten los Cachorros de Chicago del 1906 y los Marineros de Seattle del 2001 con 116-36, reseñó MLB.com.

Lo increíble es que los Medias Rojas no han tenido una temporada de 100 juegos desde el 1946 y el récord para la franquicia es de 105, pero eso fue en el 1912.

“Sigo diciendo que estoy muy orgulloso de ellos. No se han visto abrumados por todo este asunto. Vienen al parque cada día, digieren la información, salen a jugar y ganan juegos”, le dijo Cora al Boston Globe.

De rebasar los 105 triunfos, el récord de la franquicia, Boston también acumularía la mayor cantidad de victorias en MLB desde que los Cardenales de San Luis acumularon 105-57 en el 2001. Los Dodgers de Los Angeles tuvieron 104-58 en la campaña del año pasado.

La confianza del equipo definitivamente pudo haberse elevado a niveles nunca antes visto luego de que durante el fin de semana pasado le ganaran cuatro veces a sus archirrivales Yankees de Nueva York, despegándose a nueve juegos de diferencia de los Mulos en el Este de la Americana.

Anoche comenzaban una serie de tres partidos contra los Azulejos de Toronto y luego tendrán otra de cuatro contra los Orioles de Baltimore, que ocupan el sótano divisional.

Contra ellos y contra Toronto jugarán otras series de tres juegos contra cada uno.

También en calendario hay cuatro contra los Medias Blancas de Chicago, tres contra los Mets de Nueva York y dos contra los Marlins de Miami, todos equipos con marcas perdedoras.

“Ni me preocupo por eso. Nunca le presto atención. Lo que tenemos que hacer es mantener simples las cosas y fijarnos en nuestro próximo objetivo, la próxima misión”, le dijo J.D. Martínez al Globe.

Sin embargo, en el horizonte quedan duras batallas, como dos juegos contra los Filis de Filadelfia y tres contra los Bravos de Atlanta, siete juegos cuatro contra los Indios de Cleveland, tres contra Houston y seis de sus últimos 12 encuentros serán contra los Yankees.

“Pero la meta es ganar la Serie Mundial. Aquí ese es siempre el objetivo”, le dijo el jardinero Mookie Betts al Globe. “Lo que estamos logrando es especial, pero sabemos que no lo es todo”.