El retirado pelotero Carlos Beltrán vivió un momento especial anteayer martes cuando visitó la que podría ser en cinco años su casa y salvaguarda de su inmortalidad como pelotero. En boricua fue junto a su esposa, hijos y varios niños adicionales al Salón de la Fama del Béisbol en Coopertstown.

“Me encanta la historia. Considero que tenemos el deber de inculcar el valor de la historia en nuestros niños y sobretodo el valor de entenderla. Como pelotero, siempre he tratado de conocer a jugadores mayores que yo, porque fueron ellos los que labraron el camino y nos dejaron un deporte de beneficios como los que nosotros tuvimos”.

La visita de Beltrán es la primera que hace junto a su familia a Cooperstown. La única otra previa visita que realizó fue en el 1999 cuando jugó con los Reales de Kansas City ante los Vigilantes de Texas en el Juego del Salón de la Fama. En aquella ocasión, sin embargo, no pudo disfrutar de todo lo que ofrece el Salón de la Fama.

“Por eso quería venir a Coopertstown. Para conocer más de la historia del béisbol”, dijo Beltrán al portal BaseballHall.org, página oficial del Salón de la Fama en la internet.

Lo próximo para Beltrán podría ser su ingreso al Salón en el 2023, el cual será su primer año de elegibilidad. Con una carrera de 20 temporadas, Beltrán tuvo siete campañas con al menos 100 carreras anotadas,  ocho con 100 remolcadas o más y 12 con 20 o más jorones. Además ganó tres guantes de oro, se robó 312 bases y fue fusilado solo en 49 chances. Su 86.4 por ciento de efectividad en robos es de los mejores en la historia del juego.

Ahora bien, lo que más llama la atención de la carrera de Beltrán fueron sus números en postemporada. Bateó .307 con 16 jonrones y 42 RBI en 65 partidos.

Esos números, junto a su promedio de bateo de por vida de .279 con 435 jonrones y 1,587 RBI lo hacen ser un candidato al Salón de la Fama.

“El hecho que sea considerado para el Salón de la Fama es un sueño”, dijo Beltrán. “Si eso sucede, será una cosa maravillosa para mi país de Puerto Rico y para mi familia. Pero eso no fue la razón por la que vine hoy (el martes). Amo el juego. Amo la historia del béisbol. Y quería tener mi tiempo aquí y tomar fotos. Ser sencillamente fanático”.