En Cleveland, algunos medios han comenzado a considerar al receptor puertorriqueño de los Indios, Roberto ‘Bebo’ Pérez, como un héroe, luego de que el domingo fuese anunciado como ganador del Guante de Oro al mejor receptor defensivo de la Liga Americana.

Hay uno que recuerda que, en abril, Pérez había dicho que colocarse en la posición que requiere su trabajo de cátcher, provocaba que sintiera como un cuchillo atravesando  uno de sus tobillos debido a espolones. Aún así, participó en 118 juegos con los Indios en su primera campaña como titular, no permitió un solo ‘passed ball’ y conectó 24 cuadrangulares.

“Es un honor. Es algo que no doy por sentado. Pienso que cada día que salgo al terreno intento jugar lo más duro posible y de la mejor manera, y mi defensa es algo de lo que me enorgullezco. Pero poder hacerlo (ganar el premio) en mi primera campaña jugando todos los días, es algo muy especial”, le dijo Pérez a MLB.com.

Pérez es el tercer receptor en la historia de los Indios que obtiene el galardón junto a su coach y mentor, Sandy Alomar Jr., y Ray Fosse.

Esta temporada, Pérez fue el único receptor en las Grandes Ligas en recibir más de 100 juegos sin cometer un solo ‘passed ball’ y además acumuló un porcentaje de .997 (tres errores en 1,137 oportunidades), un récord para la franquicia. Es tan solo el cuarto receptor desde el 1930 que trabaja al menos 118 juegos sin un ‘passed ball’. Según MLB.com, el último en hacerlo fue Johnny Bench en 1975.

Fusiló al 40.8 % de los corredores que intentaron robarle, la mejor cifra de la Americana.

Su compañero y amigo, Francisco Lindor, estuvo cabildeando por Pérez desde fines de la temporada regular.

De hecho, Lindor, quien en el 2016 ganó el Guante de Platino como el mejor defensor de cualquier defensor de la Liga Americana, recibió el domingo su segundo guante dorado como mejor campocorto de la liga.

El cagüeño fue el segundo mejor campocorto en porcentaje de fildeo con .979 con 10 errores en 481 oportunidades. Acumuló 312 asistencias y 159 'putouts'.

Este se combinó para 68 dobles jugadas para Cleveland, lo que junto a su bate, le llevaron a ser escogido para el Juego de Estrellas por cuarta campaña consecutiva.

A pesar de que perdió gran parte del mes de abril, Lindor volvió a ser un factor para la defensa y ofensiva de Cleveland, y en las votaciones derrotó a Marcus Semien de los Atléticos de Oakland, y a Andrelton Simmons, de los Angelinos.

  Pérez, por su parte, doblegó a Danny Jansen, de los Azulejos de Toronto, y a su compatriota Christian Vázquez, de los Medias Rojas de Boston.

Con los Guantes de Oro ganados, Puerto Rico ha visto a uno de sus hijos ganar al menos uno de esos galardones cada año desde el 1988 al presente. El de Pérez es el 30 ganado por un receptor boricua.