Cleveland. Los Indios de Cleveland no sólo colocaron a Mike Clevinger y Zach Plesac en cuarentena. Fueron más allá, al ordenar que abandonaran el equipo, sin anunciar una fecha para su regreso.

El club colocó a los dos abridores derechos en la lista de jugadores con restricciones, después de que ambos infringieron las reglas del equipo y los protocolos de las Grandes Ligas, al abandonar su hotel en Chicago el fin de semana y correr el riesgo de contraer el coronavirus.

“Esto duele”, dijo Terry Francona, manager de los Indios, quien volvió el martes tras una ausencia de una semana.

A su retorno, luego de atender un problema médico, el piloto se topó con que su equipo lidiaba con una situación interna que podría afectar su temporada.

“Lidiaremos con esto como lo hemos hecho siempre”, comentó Francona. “Nos preocupamos por los demás. Esto no significa que no estemos decepcionados o incluso disgustados con alguien en algunas ocasiones. Pero lo que me importa es mejorar esto”.

Clevinger y Plesac salieron el sábado por la noche con un grupo de personas, tras la victoria de los Indios sobre los Medias Blancas. El equipo ha implementado un código de conducta para los jugadores en las giras, prohibiéndoles socializar con personas ajenas al club.

Una vez que se enteraron de que Plesac había salido, los Indios le contrataron un servicio de transporte por tierra a Cleveland. Sin embargo, el club no estaba al tanto de que Clevinger había estado con él sino hasta que viajó de regreso a Ohio, en el mismo avión que trasladó a sus compañeros, coaches y a otro personal.

El martes, Clevinger emitió un comunicado en el que reconoció que había abusado de la “confianza implícita” de sus compañeros. Comentó que su mayor error consistió en “no hablar claro de inmediato” con los demás peloteros.

“Debí hacer algo mejor por ellos”, manifestó Clevinger. “Ahora me doy cuenta de que, al exponerme a una sola persona más de las necesarias, generé un riesgo para mí mismo, mis compañeros, los chicos contra quienes compito, los umpires, el personal y la organización de los Indios, así como el deporte que amo. No hay excusa para mis actos y sólo puedo asumir la responsabilidad y aprender de mis errores”.

Chris Antonetti, el presidente del equipo, no dio detalles sobre cómo se había descubierto el caso de Clevinger. Antonetti dijo que ha hablado con Clevinger, y afirmó que el lanzador de 29 años entiende que infringió las reglas del equipo.

Aunque no pueden estar seguros, los Indios no consideran que Plesac o Clevinger hayan tenido contacto con algún portador del virus. Ambos peloteros serán sometidos a pruebas el miércoles, y el club consultará a expertos médicos con base en esos resultados.