Los Tigres de Detroit pueden estar seguros de algo: Tienen la primera selección en el draft.

Lo demás es incierto, incluso cómo será el reclutamiento, dónde y cuándo se llevará a cabo y de qué manera se realizarán las selecciones.

“Probablemente esto va a presentar diferentes desafíos”, dijo Scott Pleis, director de captación de talento amateur en Detroit. “Simplemente va a ser distinto. Esto no va a afectar el resultado final. Sólo va a ser una forma diferente de llegar a ese resultado”.

La NFL experimentó ello la semana pasada. En medio de la pandemia de coronavirus, realizó un draft a manera de teleconferencia colectiva. La sesión incluyó pantallas de video, conversaciones por medio de la aplicación Zoom y otras innovaciones tecnológicas.

Y el resultado fue atractivo para los televidentes.

Normalmente, la temporada de béisbol colegial estaría a todo vapor en estos momentos, lo que daría a los clubes de las Grandes Ligas la oportunidad de monitorear a los principales prospectos en las semanas que anteceden el draft. Sin embargo, los juegos de secundarias y universidades están suspendidos por la crisis de salud.

Así, las gerencias no pueden hacer mucho, durante lo que es —sobra decirlo— un año anómalo.

Cada equipo enfrenta obstáculos similares.

“Los retos están en el hecho de que ellos dejaron de jugar béisbol cuando habían transcurrido unas seis semanas de la temporada primaveral”, dijo el gerente general de los Nacionales de Washington, Mike Rizzo. “Así que ése ha sido el mayor obstáculo que hemos tenido que enfrentar. Por fortuna, nos metimos en esta cosa del draft muy en serio. Hicimos muchas cosas desde antes, especialmente en cuanto a los prospectos de las rondas superiores. Nos sentimos realmente bien con lo que hay en el país”.

Un acuerdo alcanzado en marzo entre las Grandes Ligas y el sindicato de peloteros allanó el camino para realizar cambios en el draft, que debía realizarse del 10 al 12 de junio en Omaha, Nebraska, coincidiendo con la Serie Mundial Colegial.

Bajo los términos del acuerdo, obtenido por The Associated Press, las Grandes Ligas tienen el derecho de posponer las fechas del draft de 2020 y de 2021 incluso al 20 de julio.

Asimismo, las rondas podrían reducirse de 40 a cinco en 2020 y a 20 en 2021.

Los bonos por la firma de contratos se diferirían. Los premios para jugadores no reclutados en el draft no podrían superar los $20,000.

No sería una decisión menor que el draft se acortara a cinco rondas. De 2006 a 2010 —una muestra de cinco años con jugadores que tuvieron mucho tiempo para contribuir_, las cinco primeras rondas del draft significaron un total de 2.203,5 triunfos respecto del reemplazo, una complicada estadística sabrermétrica, según registros del sitio Baseball-Reference.com.

En el caso de los peloteros provenientes de la sexta a la 40ma ronda, la cifra fue de 961,9. Los jugadores reclutados en el draft pero que no firmaron contrato no están incluidos en estos totales.

Aunque buena parte del valor se concentra evidentemente en las primeras rondas, los peloteros reclutados a partir de la sexta pueden tener carreras productivas en las mayores. Uno de los casos más notables es el de Jacob deGrom, dos veces galardonado con el Cy Young de la Liga Nacional, quien fue seleccionado en la novena ronda por los Mets en 2010.

Este año, el mercado de los peloteros que no sean reclutados en el draft podría ser crucial.

“Vamos a prepararnos realmente como si fuéramos a tener 40 rondas”, dijo Pleis. “Vamos a analizarlos a todos, a jerarquizarlos como siempre lo hemos hecho”.

Los programas colegiales podrían cosechar los beneficios de un draft abreviado y del tope en los bonos por la firma de otros peloteros. Podría haber menos incentivos para que los prospectos dejen la escuela antes.

La incertidumbre sobre la temporada de este año en las ligas menores e incluso sobre la campaña colegial del año próximo podría llevar a algunas decisiones complicadas.

¿Habrá un sitio para jugar cuando un prospecto decida irse o quedarse?

“Pienso que hay alguna información que uno quisiera conocer, y ahí es cuando pienso que realmente los clubes pueden diferenciarse”, opinó el gerente general de los Rangers de Texas, Jon Daniels.

“Pienso que nos vamos a enfocar en eso, demostrar a los jugadores, sus padres, los entrenadores y la gente que nos importan estos peloteros, que vamos a hacer lo máximo para cuidar a nuestra gente y para lograr el desarrollo de nuestros jugadores, dentro y fuera del terreno”, añadió.

Shane Farrell, director de cazatalentos de los Azulejos de Toronto, dijo que las medidas de distanciamiento social han generado una rutina diferente.

“Decirle a un cazatalentos que va a pasar una noche de viernes en casa, en marzo, abril o mayo, es algo a lo que no estábamos acostumbrados”, refirió. “Estamos dedicando mucho tiempo a comunicarnos por teléfono, ya sea mediante voz o texto”.

Pleis dijo que su equipo tiene bastantes videos que puede utilizar para la evaluación de los peloteros. El problema evidente es que algunos prospectos podrían haber dado un paso atrás este año.

Y no hay forma de detectar eso.

Se trata de un problema particularmente delicado para los peloteros de secundaria, cuyos cuerpos pueden cambiar significativamente de una temporada a la otra.

“Es difícil para estos chicos, porque necesitamos verlos más. Tenemos algo más de información sobre los jugadores universitarios”, dijo Pleis.

La logística del propio draft representaría una preocupación menos grave. La NFL completó recién su draft a distancia sin muchas dificultades.

Y para empezar, el draft del béisbol conlleva una producción mucho menos ostentosa.

La cuestión es que los equipos tomen decisiones informadas.

“Desde luego, nos encantaría tener un tiempo infinito para detectar talentos, evaluarlos y conocerlos”, dijo Farrell. “Pero eso no es posible este año, y vamos a hacer las cosas con lo que tenemos en este momento”.