Con una sorprendente reacción en la sexta entrada, inmediatamente después de la salida del abridor de los Rays, Blake Snell, los Dodgers de Los Ángeles fabricaron dos carreras en cuestión de minutos para tomar el comando e imponerse con marcador de 3-1 sobre Tampa Bay y coronarse como campeones de la Serie Mundial del 2020.

Es el primer campeonato de los Dodgers en 32 años, y una dulce redención luego de haber perdido las series mundiales de 2017 y 2018 en su estadio. Es el séptimo campeonato de Serie Mundial de la organización, que ganó los primeros dos, en 1955 y 1959, como los Dodgers de Brooklyn. En Los Ángeles fueron campeones en las campañas de 1963, 1965, 1981 y 1988.

La única carrera de los campeones de la Liga Americana fue un histórico vuelacercas del sensacional cubano Randy Arozarena, quien le desapareció un slider al abridor de los Dodgers, Tony Gonsolin, en el segundo turno del partido. Fue su décimo batazo de cuatro esquinas en una misma postemporada, lo que extendió el récord que ya había implantado.

Snell estuvo en total control de la alineación de los Dodgers durante las primeras 5.1 entradas. Durante ese lapso ponchó a nueve y cedió solo dos hits. Su dominio fue tal que ponchó a los primeros tres bateadores de los Dodgers -Mookie Betts, Corey Seager y Justin Turner- dos veces cada uno durante su actuación.

Pero al iniciar la quinta entrada, el dirigente de los Rays, Kevin Cash, le permitió enfrentarse al octavo bate de los Dodgers, A.J. Pollock, a quien retiró con un elevado. El próximo bateador, el noveno bate Austin Barnes, le conectó un sencillo al central, por lo que Cash decidió remover al zurdo, que había realizado solamente 73 pitcheos, y no permitirle volver a enfrentar la parte alta de la alineación una tercera vez.

Decidió traer a Nick Anderson, quien fue saludado por un doblete de Betts tipo misil por la línea de tercera base con un out. Con el batazo, Barnes avanzó de primera a tercera.

Un lanzamiento salvaje de Anderson que se apartó del receptor Mike Zunino permitió que Barnes empatara la pizarra 1-1 y que Betts llegara hasta la antesala. Seager, el próximo bateador, conectó un roletazo por primera y el inicialista Ji-Man Choi decidió tirar al plato. Betts consiguió deslizarse a salvo en el plato para darle la delantera a los Dodgers y Seager se embasó mediante la jugada de selección.

Con siete lanzamientos el rumbo del partido cambió.

Luego de eliminar a Turner con un largo batazo que llegó hasta la verja, Aaron Loup relevó a Anderson y consiguió apagar el rally retirando a Max Muncy.

De ahí en adelante, el bullpen de los Dodgers, que estuvo activo desde la salida de Tony Gonsolin en la segunda, permitió un hit en la quinta y otro en la séptima, pero nada más a la vez que recetaban nueve ponchetes.

A Gonsolin le siguieron Dylan Floro, Alex Wood, Pedro Báez, Víctor González y Julio Urías.

Y para cerrar con broche de oro, Betts disparó un cuadrangular solitario ante Pete Fairbanks en la parte baja de la octava entrada para despegar a los campeones de la Liga Nacional 3-1.