Las pretemporadas del 1993 y 1994 de los White Sox de Chicago estuvieron llenas de eventos extraordinarios, encabezados por las participaciones de Michael Jordan y Bo Jackson en ellas. Ambas las vivió el lanzador boricua Roberto Hernández.

Por un lado vivió el intento de Jordan de llegar a las Grandes Ligas, a los 31 años, luego de su estrellato con los Bulls de Chicago. Ese evento sucedió en paralelo al regreso al béisbol del footbolista pelotero, Jackson, tras una operación de cadera.

El caso del #23, relatado el pasado fin de semana en la serie documental The Last Dance de ESPN dejó una impresión grande en el relevista Hernández.

Llegar a Grandes Ligas era un sueño para él, pero quería hacerlo con peloteros reales"

-Roberto Hernández, exlanzador de Grandes Ligas

El boricua dijo que Jordan, además de ser un atleta obsesionado con la ética de trabajo y de demostrar una humildad inusual para una superestrella mundial, también mostró su clase y solidaridad con sus pares atletas unionados.

Luego del campamento de primavera que tuvo con los White Sox en el 1994, Jordan fue asignado al equipo de Doble A de la organización y vio acortado su desarrollo por la huelga de peloteros que redujo la temporada de Grandes Ligas aquel año.

Luego en el 1995 tuvo la oportunidad de lograr su sueño de llegar a Grandes Ligas con las ofertas que le hicieron para que rompiera la línea de huelga y vistiera un uniforme de Grandes Ligas.

Pero, recordó Hernández, Jordan mostró su clase.

“La presión que le trataban de poner para que cruzara la línea lo llevó a regresar al baloncesto. Él dijo ‘no voy a cruzar la línea, no voy a ser un rompe huelga’. Llegar a Grandes Ligas era un sueño para él, pero quería hacerlo con peloteros reales, no con jugadores rompe huelgas”, dijo Hernández.

Entre los equipos que reconocieron haber hecho un acercamiento a Jordan para que jugara en la temporada de la huelga está el de los Atléticos de Oakland.

‘MJ’ había impulsado 50 carreras en 127 juegos en la Doble A ese año. Bateó .202 en 497 turnos. Hernández cree que otros 500 turnos le hubiesen ayudado a Jordan a recortar la brecha competitiva con relación a los demás peloteros que llevaban años ininterrumpidos de béisbol activo.

Hernández se puso en el lugar de Jordan y entendió lo que le pudo haber pasado por la cabeza al baloncelista cuando decidió no continuar en el béisbol.

“Yo jugué football (tightend y quarterback) y baloncesto (forward) en escuela superior. Jugaba bien ambos. Pero ponerme a jugar ‘pro’ después de 15 años de no jugar esos deportes, uno llega al punto en que se da cuenta que está atrás. Jordan tenía muchos años que recuperar”, dijo Hernández.

Un año antes, Hernández también fue testigo del regresó Jackson. El superdotado que jugó con éxito a la misma vez football en la NFL y béisbol en la MLB. Jackson regresó al béisbol en el 1993, luego de que le reconstruyeran la cadera que se lesionó durante un juego de la NFL en el 1991. Nunca volvió a jugar football.

Hernández dijo que nunca olvidará a Jackson porque, además de que lo considera un superestrella y tan humilde como Jordan, comparte con él una fecha histórica.

“Bo debutó el 2 de septiembre del 1986 con Kansas City. Yo debuté un 2 de septiembre del 1991 con los White Sox en que Bo estaba jugando”, recordó Hernández del juego que ganó como abridor frente al abridor boricua de Kansas City, Luis Aquino.

La serie The Last Dance, que también ofrece Netflix a nivel mundial, culmina este domingo.