Daniel Santos necesita ayuda. Así lo han venido clamando varias personalidades del deporte en pasados días, alegando que el exboxeador que recientemente ha confrontado problemas con la ley por casos de alteración de la paz y quien hoy fue arrestado por un alegado incidente de violencia de género contra su exesposa, está fuera de sí y jaquetón en todo lugar.

Primera Hora publicó hoy jueves que incluso el medallista de plata en las Olimpiadas Atlanta 1996 “corre peligro de muerte” según el Dr. Enrique Amy, allegado al olimpismo boricua por sus trabajos en el Albergue Olímpico, mientras que su exentrenador a nivel aficionado Orlando Rodríguez, lamentó ayer que Santos “no está bien de sus facultades mentales”.

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Amy incluso hizo un llamado para que Santos sea ingresado en un centro de salud mental.

Pues bien, vía Facebook el propio Santos ha ido dejando evidencia de sus erráticas actuaciones. Por ejemplo, el pasado 21 de septiembre publicó una serie de vídeos amenazando a unos policías que acudieron a su residencia debido a que recibieron una querella por sus actitudes. En ellas él se graba con un palo amenazando a la Policía por llegar hasta su casa. Incluso dice que llegan ahora pero que antes, cuando él ha levantado voz de que se le meten en su casa, no aparecen.

Según la grabación, y otras en otras publicaciones suyas en Facebook, Santos dice que en su apartamento se meten para hacer rituales espirituales con animales. Deja saber incluso que su medalla olímpica le fue robada.

“Yo voy a limpiar esto aquí… yo he callado todo el tiempo. Y todo lo que se oye es malo de mí…”, son dos de las expresiones en las que se queja que la Policía no ha acudido a su auxilio en el pasado.

“Yo llamo y nadie llega. Pero pasa algo y entonces llegan. Pusieron hasta un comunicado en la prensa diciendo que yo le iba a arrancar la cabeza a un jardinero. Yo no le iba a arrancar la cabeza por cortarme el patio. Yo iba a arrancarle la cabeza si lo volvía  a ver dentro de mi casa”, dijo Santos.

En esa grabación él amenaza a los guardias que llegaron a su casa que si entraban a su sala les iba a caer arriba a palos.

Santos también se pasa hablando en su defensa con temas espirituales y alegando que Dios le hará justicia.

En Facebook hay además un vídeo en el que llega al Capitolio de noche y se pone a discutir con la seguridad de la casa de las leyes.

Y allí se puso a tocar congas, lo que mantuvo a la Policía observando su inusual presentación.

También se fue a tocar conga al Escambrón, donde también la Policía lo vigiló y él destaca que “tenemos escolta” mientras “venimos a tocar conguitas para adorar al Señor”.

En fin, estos son solo algunos de los comportamientos erráticos que él mismo ha publicado en su página de Facebook.