La noche del 11 de febrero de 1990 fue una histórica para el boxeo profesional y una velada que todo amante del pugilismo recuerda con todo lujo de detalle.

En esa excepcional noche en el Tokyo Dome en Japón, “Iron” Mike Tyson, el campeón invicto peso completo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) expuso sus fajas ante el relativamente desconocido James “Buster” Douglas en, lo que se pensaba, sería un combate de trámite para cuadrar una reyerta entre Tyson y el primer retador Evander Holyfield.

Tyson, no obstante, nunca pensó que regresaría a los Estados Unidos derrotado.

El boxeador natural de Brooklyn, Nueva York, era considerado el mejor peso completo del mundo e, inclusive, el mejor peleador libra por libra. Desde su debut en el boxeo rentado a los 18 años, Tyson construyó, mediante sus ejecutorias, un aura de invencibilidad, y en el 1986 se convirtió en el boxeador peso completo más joven (20 años y cuatro meses) en ganar un título mundial (CMB). Tyson entró al desafío contra Douglas con marca de 37-0, con 30 nocauts.

La carrera de Douglas, en cambio, no tuvo el mismo lustre que la de Tyson. Aunque el boxeador de Ohio demostró tener la habilidad necesaria para ser campeón, el púgil falló en sus pleitos más importantes, como el revés ante el retador Jesse Ferguson, o el combate contra Tony Tucker que perdió por la faja de la FIB que Michael Spinks perdió al negarse a defenderla. No obstante, el 1989 fue uno exitoso para Douglas, y tras su victoria sobre Oliver McCall, recibió la oportunidad de retar a Tyson.

Problemas fuera del cuadrilátero

Dada la habilidad natural y fuerza de Tyson, se pensó que Douglas no tendría oportunidad alguna contra el campeón mundial y que el combate culminaría en los primeros asaltos. Y ése pudo haber sido el resultado, de no haber sido por todos los problemas que rodeaban a Tyson al momento de celebrarse el combate. El público conoció sobre su abusiva relación con su esposa Robin Givens, además de la batalla que libraban Don King y el manejador Bill Cayton sobre el futuro contrato del estelar peleador. Del mismo modo, Tyson despidió a su entrenador Kevin Rooney.

La vida tampoco era color de rosas para Douglas, pues 23 días antes de la celebración del combate su madre, Lula Pearl, falleció. Como si fuera poco, la madre de su hijo también batallaba con una peligrosa condición de riñón, y Douglas contrajo la gripe el día antes de la pelea. Por ende, el retador entró al cuadrilátero del Tokyo Dome con una enorme carga emocional sobre sus hombros.

Pese a sus percances personales, todos pensaban que Tyson dominaría la reyerta con facilidad, y aunque muchos casinos en Las Vegas se negaron a llevar cuotas de apuestas, el único casino que sí lo hizo, el Mirage, tenía a Tyson con ventaja de 42-1 sobre Douglas.

Una noche histórica

Al comenzar el combate, Douglas fue agresivo y procedió a atacar al campeón mundial con certeros ‘jabs’ que detuvieron a Tyson en su afán de acercarse. Su velocidad y agilidad le sirvieron bien durante los primeros tres asaltos. La esquina de Tyson le exigió más acción, y el monarca respondió en los asaltos intermedios al conectar varios golpes de upper; sin embargo, Douglas absorbió el castigo y mantuvo su tren de pelea para mantener ventaja de puntos.

Al mismo tiempo, sus constantes jabs de derecha le causó a Tyson una hinchazón en el ojo izquierdo, situación que se complicó aún más debido a que su personal de apoyo en la esquina olvidó traer consigo los instrumentos necesarios para detener y aliviar la hinchazón. Pese al percance, Tyson no se rindió y finalmente conectó un fuerte upper de derecha, restando menos de diez segundos para cerrar el octavo asalto, que envió a Douglas a la lona. Sin embargo, el referí Octavio Meyrán le otorgó un conteo largo a Douglas, quien se reincorporó antes de los diez segundos reglamentarios.

Tyson intentó rematar a Douglas en el noveno pensando que el retador todavía no estaba del todo recuperado del round anterior. No obstante, Douglas aguantó la embestida e intercambió metralla con el campeón mundial. Inclusive, Douglas se llevó la mejor parte al conectar una combinación de cuatro golpes que dejó a Tyson en mal estado. El monarca, sin embargo, aguantó el inmisericorde castigo hasta que sonó la campana.

Pese a que Tyson salió al décimo round a atacar, el púgil no estaba del todo recuperado del castigo que recibió en el asalto anterior; luego de zafarse de un agarrón y marcar varios jabs, Douglas conectó un devastador upper de derecha que aturdió a Tyson. Acto seguido, Douglas disparó una combinación de tres ganchos que finalmente fulminó a Tyson y lo envió a la lona por apenas tercera vez en su carrera. Tyson también recibió un conteo largo por parte de Meyrán, pero no se reincorporó a tiempo Y Douglas obtuvo la increíble y sorpresiva victoria, considerada por muchos como el upset más espectacular en la historia, de cualquier deporte.

Aunque Don King protestó el resultado al entender que Douglas no se reincorporó a tiempo tras ser derribado en el octavo asalto, el recurso fue retirado cuatro días después. No obstante, Douglas defendió su corona una vez, ante el entonces invicto Holyfield, quien lo noqueó en el tercer asalto. Luego del revés, Douglas se retiró por primera vez.

Tyson, en cambio, fue campeón nuevamente al vencer a Frank Bruno para reconquistar la faja del CMB, y luego a Bruce Seldon para obtener el cetro de la AMB, pero Holyfield lo noqueó en el 1996 para despojarlo de ambos campeonatos. Tyson nunca volvió a ser campeón, especialmente luego de ser descalificado en el combate de revancha contra Holyfield por morderle la oreja del campeón, y finalmente se retiró en el 2005.