La noche del 19 de junio de 1993, Félix ‘Tito’ Trinidad apenas tenía 20 años de edad cuando subió a un ring dentro del Sports Arena en San Diego, California, para retar a Maurice Blocker, campeón wélter (147 libras) de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).

Trinidad era el séptimo clasificado de la FIB, lejos de ocupar el puesto que lo hubiera hecho ser un retador mandatorio a la faja. Pero el puertorriqueño recibió la oportunidad única de buscar su primer cetro mundial gracias a las gestiones de su entonces manejador Yamil Chade y, a su vez el promotor Don King.

Trinidad despachó a Blocker en dos asaltos para ganar el cinturón y fue el pie forzado para el inicio de una legendaria carrera. Trinidad conversó ayer con Primera Hora sobre la noche que ganó el primer campeonato de la FIB hace 25 años.

“Fue una gran victoria para mí, mi familia y para Puerto Rico”, sostuvo Trinidad. 

“El tiempo ha pasado rápido, pero lo recuerdo con mucho orgullo la noche que gané mi primer título mundial”, agregó.

El púgil llevaba tres años en el boxeo rentado. Había amasado un impresionante récord de 19-0 con 16 nocauts al momento de enfrentar a Blocker, quien tenía balance de 34-3.

La desventaja por falta de experiencia no intimidó a los Trinidad.

“Mi padre sabía que tenía las habilidades para ganar. No tenía dudas de que podía hacerlo. Esa era la oportunidad que todo boxeador busca en la vida. Fue una pelea importante que me llevó a lograr muchas otras cosas en mi carrera. Luego hice 15 defensas y unifiqué con Oscar de la Hoya”, sostuvo.

Trinidad era consciente de que una derrota a menos de Blocker hubiese tenido efectos nefastos.

“De haber perdido (contra Blocker), mi carrera no hubiese sido igual. Otros boxeadores se hicieron campeones después tener una derrota, pero era mi primera oportunidad en una pelea titular. Para eso tenía una preparación gracias a un equipo”, dijo.

Trinidad compartió la tarima con peleadores como Terry Norris y hasta Héctor ‘Macho’ Camacho, figuras establecidas.

“Fue mi primera experiencia y fue emocionante ver cuando iba caminando hacia al ring a los boricuas aplaudiendo y sentir esas energías positivas”, recordó.

Eventualmente, Trinidad ganó también campeonatos mundiales en las 154 y las 160 libras. Pero fue su paso por la división wélter donde generó fama mundial.

“Ganar el primer campeonato tiene un sabor especial. Fue también el primero de mi padre que no había podido pudo ganar uno con alguno de sus otros boxeadores. Tiene un lugar especial para él que su hijo lo haya cumplido en su primera oportunidad”, concluyó Trinidad.